Por redacción de Sin Comillas

En una semana, la moneda rusa, el rublo, se ha derrumbado otro 20% adicional frente al dólar, las empresas rusas que cotizan en las Bolsas internacionales se han hundido hasta un 97%, y desde hoy la deuda soberana rusa pierde el grado de inversión y se sitúa en riesgo de impago.

Las agencias calificación de deuda, Fitch y Moody’s, han reducido en seis escalones de golpe su ráting, hasta dejarlo por debajo del grado de inversión, al nivel de los “bonos basura”. Moody’s ha reducido su nota de “Baa3” hasta “B3”, mientras que Fitch lo ha recortado desde “BBB” hasta “B”.

Fitch destaca que se trata de la mayor rebaja de golpe adoptada en sus rátings soberanos desde la anunciada en 1997 contra Corea del Sur.

Las compañías señalan que la sostenibilidad de la deuda pública rusa corre peligro ante la magnitud de las sanciones impuestas por la guerra y el impacto económico tan severo que provocará en su economía. De acuerdo con los expertos de Fitch, “la severidad de las sanciones internacionales en respuesta a la invasión militar rusa de Ucrania ha aumentado los riesgos de estabilidad macrofinanciera, representa un gran impacto para los fundamentos crediticios de Rusia y podría socavar su voluntad de pagar la deuda del Gobierno”. Desde Moody’s resaltan a su vez que las sanciones impuestas o anunciadas hasta ahora “han ido más allá de las expectativas iniciales de Moody’s y tendrán importantes implicaciones crediticias”.