“It’s deja vu all over again”, Yogi Berra

Por José J. Villamil

El FED de NY recientemente publicó el informe Report on the Competitiveness of Puerto Rico’s Economy (Federal Reserve Bank of New York, 2012), presentado en la Convención de la Cámara de Comercio a principios de julio. Es muy positivo e importante que el FED se interese en Puerto Rico y que haya hecho el análisis contenido en el estudio, que resumiremos más adelante. De eso no debe haber duda alguna. Aunque es un informe breve y, según reconoce, no tiene todas las contestaciones ni trata todos los asuntos que inciden en la competitividad de Puerto Rico, provee las bases para trabajos posteriores que profundicen en lo hecho por el FED.

Es muy probable que tenga muy poco impacto, como ha sido el caso con otros informes producidos anteriormente que, esencialmente, cubrieron los mismos retos y, en muchos casos, tenían recomendaciones similares. Esto ha generado escepticismo en cuanto a la utilidad del informe actual y explica en parte por qué no ha recibido mayor atención. De ahí la cita de Yogi Berra con la que comienza esta nota. La percepción es que es “otro más”….

En vista de que los retos y las respuestas se conocen, lo que esto sugiere es que la pregunta que el FED debería haber contestado no es ¿Cuáles son los retos y las recomendaciones para enfrentarlos? Debería haber sido ¿Por qué sí conocemos los retos, y las soluciones han sido ampliamente discutidas, se ha logrado tan poco en mejorar la capacidad económica de Puerto Rico? ¿Qué aspectos han obstaculizado la ejecución de acciones necesarias para lograr un desarrollo sostenible?

Los retos

El Informe centra su análisis en los siguientes cinco retos que confronta la economía de Puerto Rico:

Mejorar las oportunidades en el mercado laboral

Desarrollo del capital humano

Reducir los costos de hacer negocios

Fortalecer el sector bancario

Reducir la dependencia en el sector farmacéutico

Los retos han sido ampliamente discutidos en diversos informes tales como los producidos en el 2003 por la Cámara de Comercio y la Asociación de Industriales, MIDA en el 2008, la Asociación de Bancos también en el 2008 y, más recientemente, por la Coalición del Sector Privado.

Las recomendaciones

El FED hace recomendaciones resumidas en las siguientes categorías:

Reducir barreras para la creación de empleos y aumentar la participación laboral

Reformar la industria de energía

Reducir los costos de hacer negocios

Fomentar las alianzas industria y educación superior

Promover el análisis independiente de las políticas públicas

Nuevamente, y con algunas diferencias, las recomendaciones han sido ampliamente discutidas en diversos trabajos a través de los años. Hay dos nuevas recomendaciones en las cuales se ha centrado la atención. Una se refiere a reducir el salario mínimo para jóvenes como una manera de promover el empleo y la otra recomendando una moratoria en la aplicación de la Ley de Cabotaje. Ambas están basadas en muy poco análisis y sus fundamentos son cuestionables. En el caso de la Ley de Cabotaje, si hubiese algún impacto sería en la carga “inbound” pues debido a que los barcos salen prácticamente vacíos de Puerto Rico, los fletes son muy bajos.

Sin restarle importancia al informe hay varios señalamientos en torno al mismo que es pertinente hacer.

El marco teórico

El informe se fundamenta en el concepto de competitividad que desarrolló Michael Porter hace dos décadas. Mucho ha cambiado desde entonces en cuanto a la definición de competitividad y la identificación de los factores que impulsan el desarrollo. Por mencionar un ejemplo solamente, el Growth Report del Banco Mundial, que es referencia obligada, ni se menciona. En este trabajo y en otros de la OECD, de A. K. Sen y Joseph Stiglitz, por mencionar sólo algunos, la capacidad de los países de generar desarrollo sostenido no sólo incluye los aspectos mencionados por el FED, sino que incluyen la necesidad de que el proceso sea equitativo, o – como le llama la OECD, pluralista – la sustentabilidad ambiental y otros. En Estudios Técnicos, entendimos que el proceso de desarrollo es de tal complejidad que era necesario tratar con cinco infraestructuras – la física, la social, la institucional, la del conocimiento y la verde – y las complejas interrelaciones entre ellas. En fin, que el marco teórico que utiliza el FED parecería simplificar demasiado el proceso de desarrollo económico al utilizar un concepto de competitividad que ya en gran medida ha sido descartado.

La visión del  desarrollo

Aunque estimular el crecimiento es importante y necesario, la finalidad del proceso no es únicamente esa o aumentar la competitividad como se define por el FED (“The term competitiveness refers to productive efficiency, or getting the most output from available resources.”). Lograr esto es necesario pero no es suficiente para alcanzar el desarrollo sostenido que debe ser la finalidad de las políticas de desarrollo. Es ingenuo pensar que de lograrse todo lo que sugiere el FED se lograría ese desarrollo. Una de las carencias del informe es el no mencionar la necesaria interrelación entre lo social y lo económico.

Referencias

Llama la atención que salvo una muy ligera mención en el prólogo de que en Puerto Rico se han hecho trabajos sobre su economía, una persona que lea el informe se llevaría la impresión de que, con la excepción del trabajo de Brookings y el CNE de 2006, nada se ha hecho. El Informe hubiese sido un mejor informe si hubiese reconocido y hecho referencia a muchísimos trabajos llevados a cabo en las universidades, por el propio gobierno y por las organizaciones del sector privado. De hecho, como se mencionó, muchos de los puntos traídos en el Informe ya han sido ampliamente tratados en trabajos previos. No hubo ningún esfuerzo por investigar lo hecho anteriormente ni de profundizar en los temas tratados. El informe da la sensación de algo hecho con prisa y con una investigación limitada.

Algunos ejemplos de recomendaciones hechas anteriormente que  se incluyen en el informe del FED:

Crear un ente regulador para el sistema de energía – Se recomendó en varios informes, incluyendo el de 2003 de la Cámara de Comercio y la Asociación de Industriales, el de MIDA de 2008, en los Conversatorios de la Asociación de Banco, en el informe reciente de la Coalición. El CNE también adoptó esa recomendación.

Establecer un ente independiente que evalúe la política pública – Esta idea se mencionó en el Nuevo Modelo de Desarrollo Económico de la Administración Rosselló y fue repetida en varios otros estudios. La Coalición fue aún más lejos y propuso la creación de un Consejo de Desarrollo Económico y Social que actuaría con independencia del gobierno, pero en conjunto con él, en definir la agenda económica y dar seguimiento a su implantación.

Mejorar el sistema estadístico – Nuevamente un reclamo en varios de los estudios anteriores, siendo el más reciente el de la Coalición del Sector Privado en que se hace un llamado para estructurar el Instituto de Estadísticas como un ente independiente.

Otras recomendaciones, por ejemplo las relacionadas a tecnología, dejan a un lado el hecho de que existen instituciones como el Fideicomiso de Ciencia y Tecnología, INDUNIV, y varios consorcios universitarios. Sí es bueno que el FED haya traído el tema pues ciertamente hay mucho que falta por hacer. Otras, como la del Plan de Uso de Terrenos, se han discutido ampliamente y, de hecho, la Junta de Planificación ha estado elaborando dicho Plan.

El obstáculo institucional

Aunque se menciona el factor institucional en relación a algunos procesos como el de permisos y los relacionados a comenzar un negocio, lo que no se menciona es el tema del sistema político como un obstáculo, algo que en la literatura sobre costos transaccionales es clave y que ha sido resaltado en el libro reciente de Acemoglu y Johnson, Why Nations Fail, pero mucho antes por Douglass North y Oliver Williamson. Lo que no se reconoce es que el sistema político tiene una influencia muy grande en el proceso de desarrollo y la interrelación es sumamente compleja. No se trata solamente de legislar cambios en algunos procesos y estructuras, el tema es mucho más complejo que lo que surge del informe del FED.

Lo que no se incluyó

La cambiante demografía – Puerto Rico perdió población en la década de 2000 al 2010, debido en gran medida a la emigración de personas jóvenes, con mejor educación y mayores ingresos. Este patrón ha continuado, según el Negociado del Censo federal que sugiere que desde abril del 2010 a mediados del 2011 salieron de la Isla otras 35,000 personas. La población, además, ha envejecido rápidamente. El achicamiento en la población, la emigración y sus consecuencias y el envejecimiento son factores que tienen un impacto inmenso en los procesos de desarrollo y en aspectos concretos como el empleo, mejorar el capital humano y en la necesidad de los servicios sociales.

El gobierno y su función – Hay un amplio consenso que al asumir como prioridad reducir el déficit presupuestario, al reducir los gastos del gobierno, se agudizó la contracción. Lo que no se menciona en el informe del FED es que el gobierno estará muy limitado en los próximos años para poder tomar iniciativas que estimulen el crecimiento, precisamente por la estrechez fiscal. Obviamente, esto sugiere la necesidad de buscar mecanismos que promuevan la inversión productiva privada.

La promoción de la inversión – Aunque se menciona la necesidad de depender menos de la industria farmacéutica, el informe no incluye nada sobre como promover la diversificación de la economía más allá de lo que señala con respecto al tema de la tecnología. De hecho, el argumento con respecto a la industria farmacéutica está basado en datos incompletos sobre el impacto de ésta. Por ejemplo, al centrarse únicamente en empleos deja fuera el impacto que la industria tiene en sostener empresas de distinto tipo y en mejorar el capital humano.

Resumiendo

Como se mencionó al inicio de esta nota, es positivo que una entidad independiente le preste atención a Puerto Rico, particularmente una con el prestigio del FED de NY. Lo triste es que se ha perdido la oportunidad de haber hecho una contribución mucho mayor por las razones expuestas: el no haber examinado los trabajos realizados anteriormente sobre el mismo tema, un marco conceptual equivocado y la ausencia de temas que son centrales en el desarrollo. Con la excepción de su propuesta de reducir el salario mínimo para los jóvenes, como una medida para estimular el que las empresas aumenten el empleo, no se ofrece nada nuevo como salida al problema económico de Puerto Rico. Esa recomendación, por cierto, parece ser contradictoria con el interés en aumentar la tasa de participación laboral. Además, en una economía que no crece o crece muy poco es poco probable que tan solo por bajar el mínimo se aumente el empleo. Lo que sí puede causar es que se sustituya un empleado de menor costo por otro con un costo más alto.

En resumen, pudo haber sido un informe mucho mejor y más útil para Puerto Rico. Como está, no adelanta el proceso de mover la economía hacia un desarrollo sostenido.