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Por Luisa García Pelatti

La población de Puerto Rico ha estado cayendo durante casi una década y el ritmo de la caída se ha estado acelerado en los últimos años, según un estudio del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, titulado “The Causes and Consequences of Puerto Rico’s Declining Population”. Un dato sorprendente: Puerto Rico ocupa la séptima posición en la lista de países que han perdido más población. Aunque la disminución de la tasa de natalidad  ha contribuido a esta caída, el principal responsable es la inmigración, concluye el informe.

El estudio recomienda al Gobierno centrar sus esfuerzos en programas que amplíen las oportunidades de empleo para los jóvenes  y los trabajadores poco cualificados. También subrayan la importancia de llevar a cabo reformas fiscales y para mejorar la visión de la Isla como un lugar para vivir y trabajar.

Los autores del estudio, Jaison R. Abel y Richard Deitz, indican que los emigrantes son principalmente jóvenes, lo que ha contribuido al envejecimiento de la población; pero derrumban uno de los mitos sobre la población que se va a vivir a Estados Unidos: no hay una fuga de cerebros. A Estados Unidos se van, principalmente, jóvenes sin estudios universitarios.

La población empezó a caer en el 2005, con un fuerte aumento en la emigración como resultado del fin de las 936, que provocó un aumento en el desempleo.

La caída de la población tiene consecuencia serias para la economía. Un menor población se traduce en una reducción de la base contributiva, que a su vez limita los recursos del Gobierno. Además, Puerto Rico está perdiendo principalmente a su población más joven, lo que acelera el envejecimiento de la población. A eso hay que añadir la carga de mantener a una población envejeciente, que tiende a ser más pobre y utilizar más el sistema de salud. Todos estos factores pueden desencadenar un ciclo de decadencia económica y nuevas pérdidas de población que puede ser difícil de romper, advierte la Reserva Federal de Nueva York.

Debido a que la caída de la natalidad es una tendencia que está ocurriendo en todos los países desarrollado, la única forma de evitar que la población se siga reduciendo es lograr que la economía se recupere. La economía sufrió su última recesión entre el 2006 y el 2012; y desde entonces ha estado estancada en un crecimiento cercano a cero.

“Sin crecimiento económico significativo y creación de empleo, la emigración y la pérdida de población probablemente continuarán. Los patrones migratorios actuales sugieren que es  particularmente importante para Puerto Rico concentrarse en la mejora de oportunidades de empleo para jóvenes poco cualificados”, recomienda el informe, y añade que “mejorar el atractivo de la isla como lugar para vivir y trabajar –y en especial reducir la delincuencia– también puede servir para reducir la velocidad  el éxodo de su gente”.