Por Argeo Quiñones, profesor de economía de la Universidad de Puerto Rico

Informa el gobierno que el desempleo bajó y que lleva dos meses aumentando el nivel de empleo. Cuando se analizan los datos de empleo asalariado no agrícola para Puerto Rico que ofrece el Bureau of Labor Statistics, se observa que desde que comenzó la crisis en marzo 2006 el nivel de empleo se redujo de 1,052,600 a 915,600 en septiembre 2010. Una pérdida de 137,000 empleos. De ahí hasta febrero 2011 el empleo asalariado no agrícola aumentó a 922,000. Luego comenzó a descender de nuevo hasta llegar a mayo (tres meses de descenso corridos) con la cifra preliminar de 915,200. Nivel más bajo aun que el mes de septiembre de 2010.

De los 137,400 empleos perdidos entre marzo 2006 y mayo 2011, 96,400 (el 70%) se perdieron a partir de 2009. En medio del peor momento de la gran crisis global, cuando la economía de los USA perdía 600,000 empleos por mes y nadie tenía idea de hacia donde se dirigía la economía mundial más allá de la caída libre, y la economía de Puerto Rico se acercaba a cumplir tres años de crisis, la administración Fortuño implantó un programa de ajuste estructural que aceleró la velocidad de la caída de la economía de Puerto Rico. A pesar de haberle regalado $1,250 millones al sector privado ($750 millones en cuentas por pagar del gobierno + $500 millones del Plan de Estímulo Criollo) haber recibido y gastado casi $6 billones de fondos ARRA, aumentado la deuda de COFINA (garantizada por los recaudos del IVU) de $6,306 millones en 12/2008 a $14,000 millones al 6/2010 (elevando la razón de la deuda pública bruta al PNB de 84.4% a 89%) y lanzar la piñata de la reforma contributiva, la economía se encuentra distante de superar definitivamente la crisis y tendrá que enfrentar su día próximamente con las casas evaluadoras y los sistemas de retiro. Reta la imaginación entender el orden de prioridades de quienes decidieron asignar $1,200 millones anuales para el consumo mediante la reforma contributiva, cuando los Sistemas de Retiro, Centro Médico y UPR (para solo mencionar tres instancias) están en crisis. ¿Afán destructor o negligencia crasa?

Mientras, se asoman dos privatizaciones importantes, la PR 22 y el aeropuerto LMM, la redistribución de ingreso a favor del capital y en contra de los empleados continua a paso acelerado y Puerto Rico se desangra día a día en esta vorágine social producto de la infame y desacreditada lógica neoliberal que arropa este país hace varias décadas y que esta administración intensificó.