Por Santos Negrón, economista
Sin duda la Administración Fortuño tiene mucho que explicar cuando se trata de la salida en tan poco de tiempo de los titulares de las dos instituciones financieras básicas del sector público. Este proceso genera serias dudas acerca de la estabilidad del marco institucional del país y de la capacidad del gobierno de demostrar control y firmeza en una coyuntura en que el sistema financiero entero está pasando por una crisis muy severa. 
El cambio de mando en agencias de tal envergadura implica un ejercicio de transición, la restructuración de
los equipos profesionales y el renfoque de prioridades, lo cual toma mucho tiempo y reduce la eficacia de la gerencia en una instancia en que las decisiones rápidas y la respuestas agiles son la orden del
día. 
A todas luces es función de la prensa no sólo es investigar por qué han ocurrido estas renuncias intempestivas sino discutir las implicaciones de la mismas para el justo cumplimiento del plan de reactivación de la economía que ha trazado el gobierno. No hay manera en su restaure la confianza en el futuro económico de Puerto Rico si el propio gobierno se halla en convulsión, en continuo tránsito.