Por Luisa García Pelatti

Las medidas de austeridad fiscal son necesarias, pero la Junta de Control Fiscal y sus asesores no han entendido que resulta posible hacerlo sin llevar al país a una situación de deterioro institucional de la cual le será muy difícil recuperarse, advierte José J. Villamil, presidente de la junta de directores de la firma de consultoría Estudios Técnicos, Inc.

Hay que tener en cuenta que la llegada de fondos federales darán un respiro momentáneo a la economía, pero la recuperación a mediano y largo plazo no dependerá de esos fondos. “Si las medidas de austeridad destruyen o debilitan las instituciones clave del país, esa recuperación será muy difícil”.

En un artículo, publicado en Perspectivas, una publicación de la firma, Villamil llama la atención sobre el hecho de que las decisiones de la Junta de Control Fiscal han seguido la receta del Fondo Monetario Internacional, de donde proviene el asesor económico de la Junta. Una receta que incluye medidas de austeridad que no funcionaron en Grecia y que en Puerto Rico se aplica “sin entender la realidad de Puerto Rico como sistema económico”.

La Junta asume que una vez saneadas las finanzas públicas, todo lo demás volverá a su lugar automáticamente y la economía y la sociedad se recuperarán. Sin embargo, no se considera el impacto en las instituciones del país ni los costos sociales. “Recuperarse de un colapso institucional es sumamente complejo, difícil, toma mucho tiempo, es muy costoso, y lo peor es que, en ocasiones no ocurre, como es el caso de países como Haití y varios otros países en América Latina”.

Villamil señala que “la insistencia de la Junta en medidas presupuestarias específicas de cómo lograr el balance presupuestario de la UPR es un serio error y debilita la ya frágil institución, agudiza el proceso de deterioro de esta y prolongará por años su recuperación”. Los recortes que exige la Junta tendrán un impacto en la parte académica y harán muy difícil atraer personal de calidad. Por esa y otras intervenciones en aspectos internos de diversas entidades es que la Junta deja de ser de “supervisión” y se convierte en una de “control”.

El problema con las actuaciones de la Junta es que muy bien pueden estar llevando a Puerto Rico a una desinstitucionalización de la cual será muy difícil recuperarse, opina Villamil.