Por Luisa García Pelatti
Menos casos positivos, menos hospitalizados y menos pacientes en intensivo. Los datos de las últimas dos semanas dejan espacio a la esperanza y hacen pensar que hemos dejado atrás la tercera ola del COVID-19, que comenzó a principios de octubre. Dos semanas después de la entrada en vigor de la nueva orden Ejecutiva, el único dato que no disminuye es el número de muertes.
Tras alcanzar un pico de 776 casos diarios promedio la semana del 16 de diciembre, la semana del 14 al 20 de diciembre se registró un promedio de 403 casos diarios, la cifra más baja en las últimas ocho semanas, según el análisis semanal que realizan el doctor Ibrahim Pérez y la demógrafa Judith Rodríguez, que califican los datos como un “Oasis de Navidad”.
Noviembre fue el peor mes de la pandemia, con 18,717 casos positivos. En los primeros 24 días de diciembre se han registrado 12,543 positivos.
Los pacientes hospitalizados por COVID-19 disminuyeron a 445 el 26 de diciembre, un número tan bajo que no se veía desde el 1 de noviembre. Los pacientes en intensivo, que se habían mantenido entre 93 y 99 diarios en la semana del 14 al 21 de diciembre, han bajado a entre 82 y 90 diarios del 22 al 26 de diciembre. También se han reducido los pacientes en ventiladores.
“Las defunciones han sido el único indicador que no ha entrado de lleno al Oasis de Navidad”, explican los expertos. En noviembre fallecieron 311 personas. En los primeros 26 días de diciembre el número de muertes fue de 270. “Las defunciones entre noviembre y diciembre se han mantenido altas, aunque fluctuantes”, explican y señalan que “el sorpresivo registro de 15 defunciones el dia 25 de diciembre requerirá cuidadoso monitoreo en los próximos días”.