Por redacción de Sin Comillas

Finalmente, el presidente Donald Trump firmó el paquete de estímulo económico de $900,000 millones para hacer frente a la crisis del COVID-19. Trump había criticado la medida porque consideraba que el pago directo de $600 a los contribuyentes era muy bajo y que debería ser de $2,000 y se temía que vetara el proyecto.

Trump espera que el Congreso de Estados Unidos apruebe una legislación adicional que permite aumentar a $2,000 el pago directo a los contribuyentes con un ingreso bruto ajustado inferior a los $75,000. Los demócratas apoyan un aumento en el pago directo.

La aprobación del paquete permitirá extender los beneficios por desempleo y mantiene la prohibición de desahucios hasta finales del mes de enero. Además, incluye una medida de $1.4 billones ($1.4 trillion, en inglés) para proveer fondos para evitar el cierre del gobierno federal.

La firma del paquete de ayuda permitirá extender dos programas de beneficios de desempleo del que se benefician 14 millones de personas en Estados Unidos y unas 283,000 personas en Puerto Rico, según datos del Departamento del Trabajo de Estados Unidos. Los programas se vencieron el 26 de diciembre y a pesar de la firma de Trump los pagos podrían retrasarse y los beneficiarios habrían perdido una semana en ayudas.

La Compensación Federal por Desempleo Pandémico (PUA, por sus siglas en inglés) va dirigido a las personas que perdieron su empleo y no están cubiertos por el programa tradicional de beneficios por desempleo. La semana del 5 de diciembre, 239,066 personas solicitaron los beneficios de este programa en Puerto Rico. Por su parte, la Compensación por Desempleo de Emergencia Pandémica (PEUC, por sus siglas en inglés) recibió 43,737 reclamaciones en Puerto Rico. El PEUC ofrece hasta 13 semanas adicionales de beneficios a los individuos que han agotado todos sus derechos bajo el Seguro por Desempleo.

La medida extiende el número máximo de semanas que se pueden reclamar beneficios de desempleo hasta 50 semanas y otorga un pago adicional de hasta $300 semanales, por debajo de los $600 que se aprobaron en abril y que finalizaron en verano.