Por Luisa García Pelatti
El Gobierno sometió el viernes a la Junta de Control Fiscal un Plan Fiscal que modifica el que se había entregado en febrero, que era una revisión del sometido en enero. Entre los cambios realizados están las proyecciones de crecimiento económico.
Las proyecciones de crecimiento son ahora menos optimistas, mientras que los estimados de pérdida de población son más optimistas.
Si en el plan de febrero se hablaba de un crecimiento de 8.4% en el año fiscal 2019 –un incremento nunca antes visto– ahora se prevé un alza de 7.3%, que se parece más al crecimiento incluido en el plan fiscal sometido en enero (7.6%).
Para el año fiscal 2020, el crecimiento será ahora de 2.9%, en comparación con 3.5% del plan previo. La economía avanzará 2.3% (igual al plan anterior) en el 2021, 1.9% en el 2022 (1.8%) y 1.1% (2.1%) en el 2023. El nuevo Plan Fiscal sigue sin incluir los supuestos en los que se basan los estimados de crecimiento, una crítica que han hecho varios economistas.
También se modifican los estimados de crecimiento de la población, que ahora son menos pesimistas porque contemplan el retorno de un mayor número de personas. Si en el plan de febrero se proyectaba una caída de 7.7% en la población en el año fiscal 2018, en plan revisado se habla de una pérdida de 6.4%. Las nuevas proyecciones contemplan una caída de 1.1% en el 2019, frente a un descenso de 2.0% en el plan previo. En el 2020 se pasa de -3.6% a -0.5% y de -3.2% a -1.2% en el 2021. En los dos últimos años de proyecciones la población cae 1.1% y 1.0%, frente a descensos de 2.9% y 2.4% en el plan anterior.
El 24 de enero se sometió un plan, que modificaba el presentado en marzo de 2017 para incluir los efectos de los huracanes Irma y María. Luego del proceso de revisión inicial la Junta envió notificaciones de violaciones el 5 de febrero y se volvió a someter un nuevo Plan Fiscal el 12 de febrero.
La Junta había citado para el lunes una vista con el propósito de decidir si certificaba el Plan. Sorpresivamente, el viernes el Gobernador anunció cambios a leyes laborales (eliminación de bono y 7 días de vacaciones y enfermedad) y reformas al código contributivo (recortes en tasas contributivas a individuos y corporaciones) que no estaban incluidos en el plan sometido en febrero.
En una reunión con la prensa el viernes, el gobernador y varios funcionarios señalaron que tras conversaciones entre los asesores del Gobierno y los de la Junta se incorporaron cambios al documento que se entregó el viernes 23 de marzo, que es un plan fiscal revisado-revisado-revisado. ¿Tendrá esto fin?
En principio, la Junta deberá examinar el documento y citar nuevamente a una reunión para decidir su certifica el Plan o seguir pidiendo, mediante sus asesores, que se siga modificando el Plan.