Por Luisa García Pelatti
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) terminó el 2020 con una caída de 0.5%, según datos del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos. Es la primera vez que la inflación anual se sitúa en terreno negativo desde 2016.
La caída general de los precios se debe a precio más bajos en ropa y calzado y gasolina.
Por otro lado, se produjeron aumentos en el precio de la electricidad y servicios del hogar.
El IPC, que empezó 2020 con un alza de 1.0%, llegó a desplomarse 1.7% en junio y se ha mantenido en terreno negativo desde abril. La caída se ha ido desacelerando, por lo que se anticipa que la inflación regresará a tasas positivos en los primeros meses de este año.
El IPC había aumentado 1.9% en 2017, 1.1% en 2018 y 0.1% en 2019.