Por Luisa García Pelatti
Una veintena de personas se acomodan alrededor de una mesa en la cafetería, que hoy se ha convertido en lugar de reunión para esta comunidad residentes y comerciantes. Han venido a escuchar de primera mano cuándo volverán a tener luz. Algunos llevan sin electricidad desde Irma. Son las 6 de la tarde y ésta es la segunda reunión del día. Más temprano le han estado planteando a la Policía sus preocupaciones en torno a la seguridad de las calles oscuras. También se han reunido con legisladores. Ahora tienen en frente a la persona de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) que puede hacer que sus vidas cambien.
Ante el estancamiento de los progresos en la generación de electricidad (el día de la reunión estaba en torno al 40% desde el apagón del 15 de noviembre), en estas reuniones se buscan respuestas a preguntas como ¿cuándo va a llegar la luz? ¿por qué unos vecinos tienen y otros no? ¿por qué no hay gente trabajando en este sector?
Hablamos de Miramar, un sector de San Juan donde viven más de 3,500 habitantes y hay numerosos comercios y oficinas. La luz llegó a partes del sector por primera vez el 6 de noviembre –46 días después de María. Actualmente, la mitad de los residentes siguen sin luz, al igual que grandes tramos de la avenida Ponce de León, donde están ubicados la mayoría de los comercios (cines, restaurantes, supermercado, égidas, colegio, varias sucursales bancarias y oficinas).
Durante dos semanas no se han visto brigadas de la AEE. La reunión sirvió para que la AEE se comprometiera a remover los postes caídos que amenazan la seguridad de estudiantes y padres. Ayer llegaron las primeras brigadas para remover esos postes cerca de la escuela. Se aseguró que a mediados de la próxima semana vendrá a restaurar la electricidad de la veintena de calles que siguen sin luz.
Para entonces, ya se habrán cumplido más de 80 días sin luz desde el huracán Irma. Residentes y comerciantes están esperanzados en que las promesas se cumplan y la luz regrese la semana que viene.
También hay espacio para la frustración. “Si usted me dice que esto va a tardar tres semanas más, cierro mi negocio y me voy”, espetó el dueño de un restaurante.
Los residentes de diferentes comunidades y municipios de Puerto Rico necesitan salir de la incertidumbre. Tener una idea de cuándo volverán a tener luz. A veces la respuesta puede ser desesperanzadora, pero es mejor que la incertidumbre.