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Por redacción de Sin Comillas

“Hay personas que han indicado que, como consecuencia de los fondos federales y de compañías de seguros que entrarán en la economía, Puerto Rico experimentará un alto nivel de crecimiento económico, medido por el Producto Nacional Bruto (PNB) real. Aunque contablemente eso podría ser cierto, la realidad es que dichos fondos y el crecimiento temporero que podrían representar lo único que hacen es compensar por la pérdida de capital como consecuencia de María. Esa pérdida el sistema de contabilidad económica no la mide”.

Así explica José J. Villamil, presidente de la Junta de Directores de Estudios Técnicos, Inc., las limitaciones del sistema de contabilidad y la necesidad de evaluar si es el que mejor refleja la realidad económica de Puerto Rico.

En “Perspectivas”, una de las publicaciones de la firma, Villamil explica que la manera como medimos la economía conduce a error. “Por un lado no se mide la merma en capital, pero por otro se mide la inversión para reponerlo, algo similar a lo que ocurre con la contaminación. En nuestros estimados del impacto de María, Estudios Técnicos, Inc. siempre ha hecho este señalamiento para evitar la confusión que puede ocurrir si únicamente se mira el crecimiento en el PNB”.

El Informe realizado por los premios Nobel Joseph Stiglitz y A. K. Sen describe varios de los problemas que tienen los sistemas de contabilidad económica. El principal es que el Producto Interno Bruto (PIB) no ofrecen una idea confiable del nivel de bienestar de la población. “Puede haber crecimiento en el PIB pero, si los que se benefician son pocos, puede darse la situación en que ese crecimiento puede estar acompañado de un deterioro en el bienestar de la mayoría”, apunta Villamil.

Otro problema es que la contabilidad económica recoge los efectos negativos, lo que se conoce como externalidades negativas. Por ejemplo, no se mide el costo de la contaminación que produce la actividad económica. Tampoco mide si se contamina un río o se crea una zona contaminada, la remediación contribuye al PIB, pero en realidad no hay mejoría neta en bienestar.

El Informe de Stiglitz y Sen sugiere que es mejor utilizar métricas del ingreso de los hogares y no el PIB. “En Puerto Rico se produjo un primer Informe de Desarrollo Humano, pero el esfuerzo se descontinuó y no ha tenido ningún impacto en el sistema de contabilidad económica oficial”, indica el experto.

El desarrollo de sistemas de contabilidad económica es relativamente reciente. En 1934, Simon Kuznets produjo el primer estimado de Producto Nacional de los Estados Unidos y no fue hasta el 1947 que se comenzó en Estados Unidos la publicación de las cuentas nacionales como las conocemos ahora.

El sistema de contabilidad económica de Puerto Rico se desarrolló en ese momento y se hizo siguiendo el modelo de contabilidad de Estados Unidos. “Hoy es, en términos generales, esencialmente el mismo que se desarrolló entonces, aún con las modificaciones hechas a través de los años”, explica Villamil.