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Por Luisa García Pelatti

La Junta de Control Fiscal celebrará su primera reunión la semana que viene en Washington, según reveló Richard Ravitch, el representante del Gobierno de Puerto Rico en ese organismo creado por el Gobierno de Estados Unidos. Se desconoce si esa reunión será pública, como reclaman los que exigen transparencia en la toma de decisiones.

Ravitch dijo que ha mantenido reuniones con cuatro miembros de la junta: Arthur González, Anna Matosantos, Andrew Biggs y David Skeel; y le consta que los siete miembros han mantenido contacto telefónico entre ellos.

Ravitch estuvo disponible para una decena de periodistas de negocios sólo durante 34 minutos, en La Fortaleza, para contestar preguntas sobre el funcionamiento de la Junta y el inicio de los trabajos. Se espera que el Gobierno entregue el plan de ajuste fiscal antes de que finalice este mes y lo haga público.

Sobre el contenido del plan de ajuste fiscal, que el Gobierno está revisando por segunda vez, aseguró que los nuevos datos presentan un cuadro más crítico que hace un año, cuando el Gobierno lo presentó originalmente. El plan original lograba reducir el déficit de financiamiento de aquí al 2020 de $27,800 millones a $14,000 millones. En enero, tras la agudización de la crisis, el plan se actualiza y la deuda que ahora se quedaba sin pagar era de $16,100 millones en el 2020 y aumenta a $23,900 millones en el 2025. Desde principios del año, el Gobierno no ha ofrecido más información sobre los cambios en el plan de ajuste fiscal y el alcance del déficit de financiamiento.

Según Ravitch, “en este momento la Junta es la única esperanza para Puerto Rico”, pero no dejó claro cuál va a ser su papel más allá del mes de diciembre, cuando se conozca el ganador de las elecciones. Comentó que no ha hablando con el Gobernador de ese tema. Ravitch ha sido nombrado por el gobernador Alejandro García Padilla para que lo represente en la Junta, pero no tendrá derecho a voto. No quedó claro si Ravitch podrá participar en todas las reuniones o la junta podría celebrar reuniones a puerta cerrada a las que no estaría invitado.

Ravitch hará su labor sin recibir remuneración, como ha hecho en los pasado tres años asesorando al Gobierno en asuntos fiscales gubernamentales.