Dra. Carmen Z. Claudio, ex Presidenta Asoc de Educacion Privada de PR

Por redacción de Sin Comillas

Parte fundamental de la crisis de desempleo que vivimos en el país responde al abandono gubernamental a la educación vocacional y a enseñar las destrezas que realmente tienen demanda en el mercado laboral actual, asegura la Dra. Carmen Z. Claudio, ex presidenta de la Asociación de Educación Privada de Puerto Rico.

“La actividad económica de una sociedad se mide de varias maneras, entre éstas por el valor de los bienes y servicios que produce. Esta producción depende en gran medida de la mano de obra suficiente y eficiente, y de su alineación con las necesidades del mercado actuales y proyectadas. Nuestro peligroso panorama de una tasa de participación laboral menos de 40% y una tasa de desempleo que ronda conservadoramente el 14% es en gran medida el resultado de décadas de una pobre visión de futuro, y de no reconocer que la educación vocacional y técnica es vital para el progreso económico de la Isla”, explicó Claudio, en un conversatorio en Thomas Alva Edison School en Caguas, entidad que preside. Claudio también es ex presidenta de National University College.

La Dra. Claudio recordó que en el 2001, la UNESCO alertó que dado el gran desarrollo científico, tecnológico y socio-económico en progreso y previsto en materia de globalización, información y comunicaciones, la educación vocacional y técnica es vital para el progreso de los países. De otra parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dijo recientemente que considera que “el elevado desempleo juvenil no es inevitable, incluso durante una crisis económica; es producto de la interacción entre el contexto económico y políticas concretas”. La educación secundaria superior tiene que tener en cuenta las capacidades que requiere el mercado de trabajo y los jóvenes deben contar además con entrenamiento que les permita adaptarse a los cambios de este, según el informe “Panorama de la Educación 2013”.

“Uno de nuestros desaciertos como país, y por el que ahora estamos pagando, es el abandono e indiferencia por parte del gobierno de la educación vocacional y técnica, una acción que es resultado de la limitada visión global futurista y de desatender la realidad laboral del país”, explicó la presidenta de Edison.

Claudio cuestionó el por qué el sector público ha fallado en proveer un sistema educación técnica y vocacional de primera calidad y accesible cuando tenía todos los medios posibles para así hacerlo, y más allá de esto por qué la UPR abandonó su modelo extraordinario, visionario y vanguardista de los colegios regionales.

“La solución para la dejadez del gobierno ha sido enfrentada por personas con mente empresarial quienes han desarrollado el sector técnico vocacional privado y sacado la cara por el país al suplir la necesidad del mercado laboral de mano de obra diestra, para profesionales que actualmente se emplean o auto-emplean, pero esto no quita el daño que nos hace la falta de una política pública realista sobre las necesidades de nuestro mercado de empleo”, añadió.

Todavía no se ha cuantificado en su totalidad la gran aportación del sector privado postsecundario no universitario en llenar el vacío dejado por el sector público, y en la producción de bienes y servicios a través de los miles de egresados de ese sistema educativo exitoso, señaló Claudio, pero aseguró que ya es tiempo de que el sector gubernamental atienda con seriedad un área tan abandonada y que es además una pieza clave en la recuperación económica del país.

“No hay plan económico que pueda ser exitoso si no armonizamos las necesidades del mercado laboral con la educación que ofrecemos para satisfacerla. Debemos superar la carencia de una agenda en común, hasta dentro de nuestros mismos partidos políticos, y la incapacidad de generar, acordar e implantar estrategias inteligentes,” dijo.

“Muy acertado fue John Gardner cuando indicó que “una sociedad que desprecia la plomería por ser un oficio modesto y tolera la mediocridad en la filosofía, ni tendrá buenos plomeros ni buenos filósofos”.