Timothy Geithner, Secretario del Tesoro de EE.UU.

Agencias

Los líderes europeos ignoraron la petición de aumentar el fondo de rescate formalizada este viernes por el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, durante la cumbre que los 17 países de la Unión Europea han celebrado en Wroclaw (Polonia).

Según la ministra austriaca de Finanzas, Maria Fekter, Geithner instó a los países europeos a “recaudar más dinero para estabilizar el sector financiero en su conjunto, estabilizar el sector bancario y aumentar a toda costa el Fondo Europeo de Apoyo” .

La respuesta fue contundente por parte del presidente de Jean-Claude Juncker: “No hablamos de la ampliación o el aumento del fondo de ayuda con un país que no es miembro de la zona del euro”.

Horas después , el presidente de EEUU, Barack Obama, anunció que discutirá la situación en la zona euro con sus socios europeos la próxima semana, durante una reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, ha informado la Casa Blanca. La reunión de Obama tiene como objetivo de asegurar la comunicación y cooperación entre Europa y EEUU para seguir combatiendo juntos la crisis de deuda que azota a los países del euro.

Geithner le había pedido a los líderes europeos que pusieraan fin a sus divisiones sobre la gestión de la crisis. “Es muy lamentable observar que no sólo hay divisiones sobre la estrategia entre los países europeos, sino también un conflicto entre los gobiernos y el Banco Central Europeo”, dijo Geithner, quien advirtió de los “riesgos catastróficos” de la desunión.

El Secretario del Tesoro de Estados Unidos dijo que Estados Unidos no quiere darles lecciones sobre la abultada deuda soberana. Geithner indicó que en Estados Unidos “seguimos teniendo nuestros problemas”, y agregó que “nuestra política es terrible … quizá peor que la de muchas partes de Europa”.

El secretario del Tesoro dijo que dados los desafíos que encara Estados Unidos, “no estamos en una posición particularmente fuerte para darles consejos a todos ustedes”.

Estados Unidos asiste a la primera reunión de ministros de Hacienda de la eurozona, la Ecofin, que intenta evitar desesperadamente que la crisis de la deuda soberana contagie a otras naciones del bloque y evitar la bancarrota de Grecia, que pondría en graves apuros a los bancos europeos, especialmente los de Francia por la cuantía de bonos griegos que poseen.