Por Luisa García Pelatti

El costo de la prestación de servicios de salud a los beneficiarios de Medicare y Medicaid en Puerto Rico es aproximadamente la mitad del costo en Estados Unidos. “El gobierno federal tiene que tomar nota de esto. Cada vez que una familia de bajos ingresos deja Puerto Rico para irse a Estados Unidos aumenta la carga federal en términos de financiamiento de atención médica. Por lo tanto, es hora de corregir el error de una fórmula discriminatoria que limita los fondos de Medicaid que llegan a Puerto Rico”, señala Heidie Calero, presidenta de H. Calero Consulting Group.

En “Economic Pulse”, una de las publicaciones de la firma, Calero analiza los riesgos del sistema de salud en la isla en un artículo titulado “Time to Right a Wrong – Part I”. Define la situación del sistema de salud como “una tormenta perfecta”, que incluye la crisis económica y fiscal en Puerto Rico y los problemas políticos en Washington D.C.

Con el programa federal Affordable Care Act, conocido como “Obamacare”, el Gobierno federal destinó a Puerto Rico $6,400 millones adicionales bajo Medicaid para proveer servicios de salud a la población médico-indigente de la Isla. Aunque se preveía que los fondos durarían hasta el año 2019, los fondos adicionales se agotarán durante este año, lo que provocará un precipicio fiscal en el sistema de salud público. Eso significará el colapso de Mi Salud, el programa de salud del gobierno.

“Esto es injusto”, opina Calero, “ya que la isla ha manejado sus necesidades de salud con menos fondos que los estados de Estados Unidos”. Calero opina que, lejos de desatar un aumento en los  gastos de salud, los fondos adicionales de Medicaid ayudarían a estabilizar Mi Salud.