Unas 300 personas, que habría perdido su empleo recientemente tras el cierre de la compañía farmacéutica para la que trabajaban, estaría en la mirilla de una investigación que lleva a cabo la administración de Seguro Social, según publica The Wall Street Journal. Aunque no se identifica a la compañía, podría tratarse de Cordis Corporation, una subsidiaria de Johnson & Johnson, que el pasado 15 de junio anunció el despido de 450 empleados tras el cierre de su planta en San Germán.
La posibilidad de un fraude a gran escala habría surgido después de que 290 empleados de la misma compañía solicitaran beneficios por incapacidad poco después del cierre utilizando el mismo médico.
Puerto Rico está entre las jurisdicciones de Estados Unidos donde hay más personas reciben beneficios por incapacidad. Esta estadística ya había llamado la atención del Centro para la Nueva Economía y de The Brookings Institution, que en unos de los capítulos de su libro “The Economy of Puerto Rico:Restoring Growth”, consideraba que está tendencia estaba relacionada con el bajo nivel de participación laboral de la fuerza laboral.