Por Luisa García Pelatti

El índice de Precios al Consumidor (IPC) experimentó en septiembre una caída interanual de 1.0%, seis décimas menos que en agosto, debido al abaratamiento del precio de la gasolina y de la ropa, según publica el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH).

El IPC interanual encadena seis meses de caídas, ya que el estallido de la pandemia en marzo provocó un desplome del consumo que llevó a una fuerte caída de los precios, especialmente el precio de los combustibles.

Aunque la caída de los precios es un síntoma de la debilidad del consumo, también puede suponer un estímulo para la demanda privada. Menos gastos en gasolina, debido a precios más bajos y menos demanda permite un mayor ingreso disponible para otros gastos.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó 0.1% respecto al mes de agosto.

Las mayores caídas se observan en restaurantes (-2.4%) y hoteles (-2.7%). La ausencia de transporte público (que se reanudó en octubre) desplomó los precios (22.6%) y los precios de los combustibles disminuyeron (-14.2%).

Por otro lado, suben los precios en el subgrupo de Alojamiento, debido al aumento en el precio de la electricidad (11.6%), Cuidado Médico (0.9%).