Por redacción de Sin Comillas

Estados Unidos ha activado el Título III de la ley Helms-Burton, hasta ahora suspendido. Esta suspensión impedía a ciudadanos de Estados Unidos denunciar a empresas extranjeras establecidas en Cuba en propiedades expropiadas por el gobierno de Fidel Castro. El cambio podría producir una oleada de demandas por parte de los dueños de propiedades cubanas expropiadas que ahora son ciudadanos de Estados Unidos. Las demanda iría en contra de compañías, principalmente hoteles españoles y canadienses. El Título III de la ley Helms-Burton llevaba unos 20 años suspendido.

Además, Estados Unidos empezará a implementar el Título IV de esa legislación, que restringe la entrada en el país de aquellas personas que posean propiedades confiscadas de ciudadanos estadounidenses o que trafiquen con esas propiedades.

La noticia no ha gustado en la Unión Europea, que advirtió a Washington que activará todas las represalias posibles ante las amenazas de Estados Unidos. “La Unión Europea se verá obligada a utilizar todos los medios a su disposición, incluidos aquellos en cooperación con socios internacionales, para proteger sus intereses”, señaló la Comisión Europea en una carta enviada al secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, el 10 de abril.

Cuando se aprobó la ley Helms-Burton hace 23 años, varios países con intereses empresariales en la isla se opusieron porque temían que sus compañías fueran demandadas en Estados Unidos y, por ello, la Unión Europea denunció a Washington ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Estados Unidos se comprometió a mantener el Título III suspendido a cambio de la retirada de la querella. Ahora, la decisión del Gobierno de Trump rompe ese acuerdo.