Por Luisa García Pelatti
Ni crisis, ni recesión, ni depresión. La economía puertorriqueña se halla sumida en un estado de caquexia económica, un problema de achicamiento estructural, que impide su crecimiento. Esto no es un ciclo económico es algo mucho más serio. El término ha sido acuñado por un grupo de cinco economistas que se autodenominan “Colectivo de Economistas Universitarios”, y que se ha dado a la tarea de hacer un diagnóstico de la economía puertorriqueña y presentar soluciones.
El “Colectivo de Economistas Universitarios” presentó sus propuestas el viernes en un actividad organizada por la Asociación de Economistas de Puerto Rico.
La caquexia es un término médico y se refiere a un “estado de extrema desnutrición producido por enfermedades consuntivas, como la tuberculosis, las supuraciones, el cáncer, etc.”, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Han usado este término para referirse de la peor depresión –“más aguda que la depresión de 1930”– que sufre la Isla.
Puerto Rico tienen un problema económico crónico. Se ha perdido la capacidad productiva y el marco institucional se ha quedado obsoleto y no promueve el desarrollo.
Se trata de una crisis económica que ha afectado principalmente el mercado laboral y el empleo podría llegar a tardar 21 años en recuperar los niveles de 2006.
Esta crisis es una crisis de empleo
Entre el 2006 y el 2011, el empleo ha experimentado su mayor pérdida en 40 años.
“Es claro que el problema principal de Puerto Rico no el supuesto déficit fiscal …sino el déficit de empleos”, señaló José Alameda, profesor de economía de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez y miembro del Colectivo.
“Emergencia nacional crear empleos”
Alameda habla de “una emergencia nacional” y advierte que no se debe dejar la creación de empleos a las fuerzas del mercado porque no está funcionando. La llamada “mano invisible” del mercado parece que en el caso del empleo, en Puerto Rico es “invisible y manca”, señalaba el economista Juan Lara, uno de los reactores a las propuestas del Colectivo. “No hemos visto que las fuerzas del mercado hayan hecho nada. Se necesita un esfuerzo concertado de la actividad pública y privada”.
Lara está de acuerdo en que la verdadera emergencia es la crisis de empleo, “mucho más importante que el problema fiscal”.
No se crean empleo porque no existe un estructura productiva viable. Tenemos una economía que es incapaz de crecer.
Necesitamos nuevas instituciones, nuevos líderes y nuevas ideas
Para Lara se trata de una situación con un nivel de incertidumbre que no es posible manejar con las instituciones que tenemos ni con el conocimiento que tenemos. “Las instituciones que tenemos no nos sirven para salir de esto”.
Añade que para salir de la situación actual se necesita también cohesión nacional y calidad en los liderazgos a todos los niveles: líderes políticos, obreros, académico, empresariales. “Tenemos un liderazgo de débil a malo y de malo a pésimo, dependiendo del sector”.
Pero también nuevas ideas. “Llevamos 80 años trabajando sobre el mismo esquema mental de desarrollo económico y es evidente que hay que reemplazarlo”, comentó Lara.
El economista Francisco Catalá habló de los proyectos que se quedaron en el camino. De la incapacidad de ejecución de los gobiernos. El Puerto de las Américas, Waterfront, Ramey, Roosevelt Roads, Comunidades Especiales, el Plan de Uso de Terrenos y una larga lista de proyectos sin completarse.
Otro de los reactores, Francisco Martínez habló del fracaso del programa de industrialización por invitación, de la cada vez mayor concentración del sector privado (cines, navieras, bancos) y la consecuente reducción de la competencia.