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Por redacción de Sin Comillas

El grupo de acción ciudadana “Puerto Rico Limpio” descubrió otro vertedero municipal operando en clara violación a las leyes federales que protegen la salud pública y el ambiente, y a pesar de las órdenes de cierre  federales que se han emitido a través de los años.

Según reveló una orden de consentimiento en el 2009 en la que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) prometió que este vertedero “dejaría de recibir depósitos de basura para el 30 de junio de 2010” y eventualmente el vertedero cerraría operaciones para el 31 de diciembre de 2014.  La EPA declaró en el 2009  que el vertedero de Toa Baja demostraba “deficiencias sustanciales que presentaban una potencial amenaza contra la salud pública y el medio ambiente. Las deficiencias incluían: laderas inestables, escape de lixiviados (líquido que produce la basura), insuficiencia de controles de aguas pluviales e inadecuadas medidas de seguridad”.

Una investigación de “Puerto Rico Limpio”, que visitó el vertedero el pasado 12 de julio, encontró que al vertedero de Toa Baja se le ha permitido ignorar las órdenes de cierre y continuar en operación. El grupo documentó a través de vídeos y fotografías que no solo no hay muestras de que se estén preparando para un cierre, sino que ilegalmente expandieron una celda, donde basura sin clasificar se deposita directamente a la tierra y lo lixiviados que salen de esa montaña de basura se descargan y forman un lago sin forro lo que va directamente al suelo y aguas subterráneas.

“Hay contaminación y violación de leyes federales en todas partes del vertedero”, sostuvo el cofundador de Puerto Rico Limpio, Hiram Torres Montalvo, quien dirigió la investigación. “El olor era bien fuerte y el líquido tóxico que formaba un lago era mayor de lo que esperábamos. Este no es un vertedero que contemple el cierre, ellos están ilegalmente expandiendo en una nueva celda y en áreas que no están siendo utilizadas, esto claramente es el intento de continuar con la contaminación y operando indefinidamente”.

Torres Montalvo señaló que la investigación sobre las operaciones del vertedero de Toa Baja, reveló que es uno de los rellenos sanitarios más grandes de Puerto Rico que recibe sobre 1,000 toneladas de basura por día y recibe sobre $1 millón al mes en tarifas por descargas. “Una operación ilegal sucede en este lugar y la EPA no está haciendo cumplir sus propias leyes y órdenes”.

El grupo dijo además que hay evidencia de que el vertedero había construido canales para el agua de lluvia sobre las celdas inactivas y habían instalado un sistema de monitorización de gas metano, al menos uno en cada celda, esto en cumplimiento con algunas de las disposiciones de la EPA en el 2009.  Sin embargo, la celda activa de basura y las obras de ampliación son una clara violación de la ley, lo que demuestra que la acción legal de la EPA  se quedó solo en papeles y ha sido ignorada por el operador del relleno sanitario. “Lo que sea que la EPA estaba realizando en este vertedero, fue breve y culminó hace años porque es un vertedero abierto y en incumplimiento”, expresó Torres Montalvo.

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EPA falló en cerrar este vertedero en el 2014 y están excavando una nueva área para depositar la basura directo al suelo en clara violación a las leyes federales.

Puerto Rico Limpio entró al vertedero ya que no había ningún personal de seguridad en la entrada. Torres Montalvo señaló que, incluso, tuvieron acceso a través de una verja incompleta  por el lado del vertedero a solo 25 pies- aproximadamente- de un camino de casas residenciales. El grupo grabó un vídeo por dicha entrada irregular en el que se muestra un amplio lago al pie de la celda activa. “Había un lago de lixiviados sin forro creado por la montaña de basura con un sistema de tubería construido para descargar estos líquidos tóxicos procedentes de la basura en el terreno”, dijo Torres Montalvo.

“No había nada protegiendo el suelo de lago tóxico que se formó allí”, añadió. “No estaba lleno a capacidad porque estamos en tiempos secos, pero la realidad es que está construido y hay espacio para acumular una gran cantidad de lixiviados”.

Sistema de descargue que descubrimos en Toa Baja. El mismo funciona para enviar los lixiviados que provienen de la basura al suelo, lo que permite el contacto con aguas subterráneas  y la vida silvestre.

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Sistema de descargue que descubrimos en Toa Baja. El mismo funciona para enviar los lixiviados que provienen de la basura al suelo, lo que permite el contacto con aguas subterráneas y la vida silvestre.

El grupo de investigadores entrevistó a varias personas que viven cerca de la zona del vertedero. Uno de ellos, que pidió no ser identificado, vive en su hogar desde hace 40 años y le dijo a Puerto Rico Limpio que el vertedero ha crecido inmensamente desde que él llegó a esa área. “Continúa creciendo justo cerca de nuestra comunidad. Antes eran montañas cubiertas con árboles, pero tumbaron todo eso para tener ahora montañas, pero de basura”.

“Es terrible la cantidad de mosquitos que se producen por ese vertedero. De noche prácticamente no se puede salir. Hay mucho dengue y me preocupa sobre el Zika ahora. Se ha hablado mucho desde hace tiempo sobre el cierre del vertedero, pero no han hecho nada”.

Torres Montalvo expresó que la EPA es responsable por las amenazas a la salud pública que provocan estos vertederos tóxicos. “Si la EPA se resiste a hacer cumplir sus propias órdenes y reglas, son cómplices del daño que le han causado a la comunidad de Toa Baja. Este vertedero se han convertido en una enorme operación ilegal y la EPA no ha dado seguimiento a ninguna de sus órdenes que prometían cerrarlo”.