Por Luisa García Pelatti
Ya habían hablado Moody’s y Standard & Poor’s. Faltaba Fitch Ratings. Habló ayer y lo hizo para decir que si el gobierno de Puerto Rico mantiene su calificación (BBB+) se debe en gran medida a los progresos del gobierno saliente y advirtió que la clasificación podría verse afectada por los cambios que realice el gobernador electo, Alejandro García Padilla.
En un comunicado Fitch señaló que “mantener la calificación requieren decisiones políticas que mantengan este progreso”, en referencia a alcanzar el equilibrio presupuestario y resolver la crisis del Sistema de Retiro. Fitch se muestra preocupado porla debilidad de la economía y el alto nivel de desempleo. La agencia evaluadora de crédito señaló que se mantendrá atenta a lass iniciativas de la nueva administración.
Moody’s decidió bajar dos escalafones la calificación de los bonos de obligación general (GOs) de la Isla de Baa1 a Baa3, sólo un nivel por encima de lo que se considera “grado de no inversión” (bono basura). La perspectiva permanece negativa.
El 9 de noviembre, Standard & Poors había advertido que podría degradar la calificación de la deuda de Puerto Rico antes de que termine el año o a principios del 2013.