Por Luisa García Pelatti

Las ejecuciones de hipotecas disminuyeron drásticamente con la llegada de la pandemia y la entrada en vigor de moratorias en el pago de hipotecas. El año 2020 cerró con 909 viviendas ejecutadas, un 77.9% menos que el año anterior, según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF). La cifra supone un promedio de 76 viviendas al mes.

En el 2019, se ejecutaron 4,117 viviendas, un promedio mensual de 343 viviendas.

Las ejecuciones prácticamente se paralizaron a partir de abril y sólo se observa un repunte en agosto, con 135 viviendas reposeidas.

En diciembre de 2020 había 11,353 hipotecas en proceso de ejecución, 15.1% menos que en el mismo mes del año pasado. Las viviendas en proceso de ejecución  también empezaron a reducirse en el mes de marzo.

Por otro lado, en diciembre existían 6,693 hipotecas en proceso de quiebra, 24 menos cuando se comparan con el mes de diciembre de 2019, una caída de 0.4%.

Las ejecuciones se habían reducido en 2017 y 2018 debido a las moratorias que se pusieron en vigor después del paso del huracán María (septiembre de 2017). Las ejecuciones de viviendas había alcanzado un nivel récord de 5,554 en 2016.