Sede Comisión Estatal de Elecciones (CEE) en Hato Rey. (Foto: Centro de Periodismo Investigativo)

El caos con el voto adelantado surgió porque la CEE no anticipó ni planificó para la avalancha de votantes que no irían hasta la urna el día de las elecciones. Esto se sumó a los cambios de la ley electoral a última hora y los procesos deficientes de gerencia y manejo de datos, a una decisión judicial que extendió las fechas de votación anticipada y a la larga lista de carencias en el organismo como resultado de los recortes presupuestarios. Así se creó la tormenta perfecta.

Por Vanessa Colón Almenas | Centro de Periodismo Investigativo

La desconexión entre las bases de datos usadas para las 231,167 solicitudes de voto especial registradas por la Junta Administrativa de Voto Ausente y Adelantado (JAVAA) y las Juntas de Inscripción Permanente (JIP) es una de las mayores deficiencias que ocasionó duplicidad en las solicitudes previo a las elecciones en Puerto Rico, encontró una investigación del Centro de Periodismo Investigativo (CPI) tras entrevistar a más de una decena de fuentes al interior de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE).

“Para un mismo elector, se pudo haber grabado [registrado] dos formas de voto distintas: adelantado y ausente”, explicó una persona que trabajó de cerca en el proceso de ingresar los datos de las solicitudes de estos votos en los sistemas electrónicos de la CEE.

La JAVAA y las JIP, los dos entes que manejan estas solicitudes, trabajaron en dos tablas distintas dentro de una misma base de datos. Esto tuvo como consecuencia que el personal de JAVAA no veía las solicitudes que las JIP procesaban. A su vez, las JIP no tenían visibilidad de las solicitudes tramitadas por JAVAA.

Varios entrevistados por el CPI coincidieron en que esta falla de comunicación entre los datos y entre los dos grupos de trabajo, combinada con la carencia de materiales básicos, de equipo y personal para lograr el balance electoral en todos los procesos fueron la base de algunos de los problemas que hoy enfrenta la CEE tras las elecciones generales del 3 de noviembre. A esto se sumó lo accidentado del proceso por el corto tiempo de implementación de nuevos procedimientos de la ley electoral recién aprobada y las limitaciones por el COVID-19.

El director de la Oficina de Sistemas de Información y Procesamiento Electrónico (OSIPE), Eduardo Nieves Cartagena, confirmó que hubo duplicidad en las solicitudes, pero aseguró que “el problema no fue del sistema, sino de la falta de rigor en seguir los procedimientos” por parte de estos dos organismos de la CEE a cargo de gestionar este año las distintas modalidades del voto ausente y adelantado.

Sin embargo, Nieves Cartagena reconoció, a preguntas del CPI, que lo ideal hubiera sido que JAVAA tuviera visibilidad de las solicitudes trabajadas por las JIP. “No había tiempo para hacer modificaciones al sistema”, dijo. A la pregunta de por qué esto no se hizo a tiempo para esta elección, respondió: “Sería una locura, porque la afinación de todo el sistema hubiera necesitado al menos un año”.

Los incidentes desencadenados por esta situación son solo uno de los problemas de gerencia y organización de JAVAA, cuyo desempeño caótico también se reflejó  en la Unidad 77 de los precintos de San Juan, donde Manuel Natal Albelo ha denunciado que hay papeletas que exceden el número de personas que votaron en esa unidad y que se mezclaron las papeletas del voto adelantado en las urnas de manera que no se puede determinar a qué modalidad corresponden. Por su parte, el Partido Popular Democrático solicitó una auditoría interna del voto adelantado. El presidente de la CEE, Francisco Rosado Colomer, admitió que el manejo de los maletines en el voto por correo “fue irregular”. Además, aceptó al CPI que recibió el 30 de octubre un correo electrónico de OSIPE con una lista de 212 casos de “posibles duplicados”.

La Comisión Estatal de Elecciones (CEE) utiliza las facilidades del Coliseo Roberto Clemente para llevar a cabo el conteo, escrutinio y posible recuento de los votos de las elecciones 2020, donde voluntariamente participan funcionarios de todos los partidos existentes. (Foto: Centro de Periodismo Investigativo)

No se sabrá con certeza hasta enero o febrero si un elector votó dos veces, si la CEE pudo haber contado el mismo voto dos veces, o si no hubo ninguna consecuencia de este caótico proceso con el voto adelantado. Según el presidente, en estos meses se haría la depuración formal de las listas. Dijo, sin embargo, que en esta etapa “están haciendo algo más o menos parecido [a la depuración de listas], que tampoco es tan exacto, pero eso es lo que ocurre”.

Cuando el 4 de septiembre los comisionados electorales de la CEE aprobaron integrar a los funcionarios de las JIP en el proceso de registro de voto adelantado, esto implicó que trabajarían fuera de JAVAA. Los electores podían ir a cualquier oficina municipal de las JIP a solicitar el voto adelantado, mientras que las solicitudes de voto ausente se tramitarían a través de JAVAA, cuyo personal está localizado en el edificio de Operaciones Electorales de la CEE en San Juan.

“Las bases de datos no se hablaban. No es hasta apenas unas dos semanas antes de las elecciones que OSIPE insertó en el Módulo de JAVAA todo lo que las JIP grabaron. Mientras tanto, ellos no sabían lo que nosotros teníamos grabado, y nosotros no sabíamos lo que ellos habían grabado”, dijo la fuente al CPI, lo que fue confirmado por el director de OSIPE.

El CPI confirmó con otra fuente que trabaja en JAVAA que muchos electores llamaban a esa división preguntando por el estatus de sus solicitudes, pero allí no podían darles información porque la solicitud de voto adelantado la habían llevado a las JIP y no se veía reflejada en el Registro General.

Aunque el director de OSIPE dijo al CPI que las transacciones de las JIP se registraron el 14 de octubre al Módulo de JAVAA, varias fuentes dijeron que realmente las gerentes tuvieron visibilidad días después, cerca del día de las elecciones.

El resultado de esta desconexión de datos, hasta casi tres semanas antes del evento electoral, fue que hubo solicitudes duplicadas, incongruencias en las modalidades de las solicitudes duplicadas y electores que no sabían el estatus de sus solicitudes.

La falta de recursos y empleados que no siguieron los protocolos establecidos ni atendieron a tiempo los problemas que se anticipaban también provocó que solicitudes fueran enviadas a direcciones viejas y duplicidad de envíos de sobres con papeletas.

El CPI supo que personal del OSIPE prometió a las gerentes de JAVAA que se haría visible la información ya procesada en las JIP para saber “por dónde andábamos”. Pero eso nunca ocurrió.

Dos fuentes dijeron, sin embargo, que OSIPE le dio acceso a un documento en formato PDF en octubre a cada una de las gerentes de JAVAA para que pudieran ver unas “cuatro mil y pico” de solicitudes que habían trabajado las JIP.

“Los duplicados siempre han sido un tema en la Comisión”, dijo el comisionado electoral del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Roberto Iván Aponte.

La Comisión Estatal de Elecciones (CEE) utiliza las facilidades del Coliseo Roberto Clemente para llevar a cabo el conteo, escrutinio y posible recuento de los votos de las elecciones 2020, donde voluntariamente participan funcionarios de todos los partidos existentes. (Foto: Centro de Periodismo Investigativo)

El nuevo Código Electoral – aprobado el 20 de junio – eliminó los puestos de vicepresidentes y subsecretarios de la CEE. Precisamente, José Crespo, quien era subsecretario de la CEE, se encargaba de verificar los duplicados.

La mayoría de los problemas ocurrieron en medio de una crisis de gobernanza de la CEE, causada, primero, por los cuestionamientos al liderazgo del presidente de la CEE, Juan Ernesto Dávila, tras el caos primarista, y luego, tras su renuncia el 3 de septiembre, a dos meses de la elección. El juez Francisco Rosado Colomer fue nombrado cuatro días después como presidente.

Cuando se le preguntó al actual juez presidente de la CEE quién es el responsable de esta situación, dijo: “Yo puedo referir al Departamento de Justicia, que tiene la facultad de acusar. Sin embargo, también tengo que ser cuidadoso porque es diferente un error a una negligencia o una intención criminal. Hay un entremedio que es la negligencia crasa en el cumplimiento del deber que es bien difícil de puntualizar”.

“Yo no sé todavía si yo puedo definir que alguna persona particular llegó hasta esa conducta criminal. Yo sí puedo tener sospecha con el doble voto. Yo puedo tener sospecha con el manejo inadecuado del maletín, pero yo no creo que cualquier error de un funcionario deba incidir en eliminar el voto del elector”, añadió

Otro escenario es que el elector ejerció el voto adelantado, y además, el día de las elecciones se le permitió votar, dijo. “¿Si eso es negligencia crasa? No creo. Creo que es negligencia del funcionario que le permitió votar allí”, opinó el presidente de la CEE.

Cinco meses de una tormenta en formación

El 13 de marzo, los comisionados electorales aprobaron que, como ocurría en eventos electorales anteriores, el personal de JAVAA registrara las solicitudes de voto ausente, adelantado y de confinados; mientras que se encargó a los funcionarios de las JIP ingresaran las de voto a domicilio.

Pero el 4 de septiembre, por recomendación del director de OSIPE, Nieves Cartagena, se cambiaron las tareas de los dos organismos. Los comisionados aprobaron que las JIP trabajaran con el voto adelantado (en precinto, a domicilio, por correo y de fácil acceso en colegio), y JAVAA estaría a cargo de tramitar el voto ausente, confinados, empleados y contratistas. JAVAA no contaban con el equipo y el personal suficiente. El elector podía ir a cualquiera de las 85 oficinas de las 102 JIP para hacer trámites electorales.

Ya para esa fecha, se había aprobado que personas de 60 años o más pudieran emitir su voto por correo. Dado que el personal de las JIP puede modificar el Registro General cuando está conectado a internet, se le configuró en su sistema la modalidad de “voto por correo”. Así, los funcionarios podrían actualizar las direcciones postales de los electores que solicitaran voto por correo.

El CPI supo por varias fuentes que, para esta fecha, JAVAA ya había registrado unas “mil y pico” solicitudes de voto adelantado. El director de OSIPE dijo al CPI que no se había registrado ninguna hasta el 3 de septiembre.

A partir del 4 de septiembre, JAVAA ya tenía la instrucción de no registrar solicitudes del voto adelantado.

En contra de estas directrices, JAVAA siguió registrando las solicitudes de voto adelantado, mientras las JIP también estaban entrando solicitudes de voto adelantado, según el director de OSIPE. JAVAA grabó 11,334 votos adelantados hasta el 2 de noviembre, según datos provistos al CPI.

“JAVAA no siguió las instrucciones”, dijo Nieves Cartagena. Una fuente de ese grupo de trabajo confirmó que “hubo gente indisciplinada” en ese organismo. La directora de JAVAA, Vilma Rosado Alméstica, fue removida de su cargo el 11 de noviembre por el presidente de la CEE.

El panorama se agravó cuando JAVAA envió a las JIP los papeles de las solicitudes que ya había procesado y las JIP las ingresaron en su sistema, según el ingeniero Nieves Cartagena. Se duplicaron las solicitudes, confirmó.

OSIPE hizo el pareo de ambas bases de datos para encontrar la duplicidad de solicitud de votos. Se supone que coincidieran. Pero no fue así.

“Había transacciones de un mismo elector donde JAVAA había grabado voto por correo y la JIP había grabado voto presencial”, dijo Nieves Cartagena.

Entre el 29 de septiembre y el 8 de octubre, el director de OSIPE envió cinco correos electrónicos a JAVAA con 763 casos duplicados.

Una fuente dijo al CPI que OSIPE insistía en borrar esas solicitudes de la base de datos de JAVAA. “No se podían borrar, porque ya se habían enviado algunos sobres con papeletas y otras ya estaban procesadas, listas para salir”, dijo la misma fuente. Estos envíos eventualmente causarían otro problema.

Varias personas cercanas al proceso en JAVAA opinaron que esta situación pudo haberse evitado, si desde un principio OSIPE le hubiera dado acceso a ver la base de datos de las JIP, según el personal de JAVAA lo había pedido.

Había pandemia, y la CEE no se preparó

Las solicitudes de voto adelantado rompieron récord. Según OSIPE, hubo 57,470 bajo la modalidad de voto por correo. A domicilio hubo 105,454. En el renglón de voto adelantado en el precinto, fueron 54,286 solicitudes. Las solicitudes para el voto adelantado de fácil acceso fueron 1,459.

El CPI solicitó el 13 de noviembre a la CEE los datos de solicitudes de voto especial. La CEE envió los primeros datos dos días después, y luego envió dos actualizaciones el 19 de noviembre y el 3 de diciembre.

Al preguntarle al director de OSIPE por qué cambiaron los datos de solicitudes de voto especial en dos ocasiones, si esta es información que no debe variar luego del día de las elecciones, Nieves Cartagena dijo que tendría que averiguar de qué período son los datos provistos al CPI. Los datos, dijo, pudieron haber cambiado cuando se depuró la duplicidad de solicitudes.

“Jamás en la historia electoral de este país se habían visto 105 mil solicitudes de voto a domicilio”, añadió la fuente.

En el voto confinado, hubo 4,896 solicitudes. Mientras que el voto adelantado para empleados de la CEE fue de 312. Hubo 6,806 solicitudes para el voto ausente y 484 para voto viajero.

En total, se recibieron 231,167 solicitudes entre voto adelantando y voto ausente, según datos provistos el 3 de diciembre por OSIPE. En las elecciones de 2016, hubo sólo 26,936 votos especiales en total.

Todo a última hora, se juntó con la precariedad

Además de que una orden del juez federal Pedro Delgado extendió el término del 14 al 24 de septiembre para que electores de 60 años o más pudieran solicitar voto por correo, la CEE decidió también que recibiría solicitudes de voto adelantado en el precinto o a domicilio para estos electores hasta esa nueva fecha.

“Esto afectó bastante los procesos dentro de JAVAA”, dijo otra persona ligada al proceso electoral hace más de 20 años.

Dado que las solicitudes de voto adelantado debían ser tramitadas en las JIP, el personal de JAVAA tenía que hacer llegar esos formularios a los funcionarios de las JIP. Las solicitudes que llegaban por correo electrónico había que descargarlas, imprimirlas y enviarlas a las JIP.

“En un principio no había fax, así que JAVAA llevaba las solicitudes a la oficina de Enlace y Trámite y a través de los supervisores auditores las llevaban a las JIP en sus visitas semanales para la supervisión del personal y las auditorías”, dijo.

El proceso de imprimir las solicitudes se detuvo unas dos semanas por falta de tóner para una impresora.

El CPI tuvo conocimiento de una persona que estuvo desde las 8:00 a.m. hasta las 10:00 p.m. imprimiendo solicitudes que llegaron a través del correo electrónico.

“Muchas de esas solicitudes [de voto adelantado] se quedaron sin imprimir porque no dio tiempo”, dijo.

El presidente de la CEE dijo al CPI que esas solicitudes no fueron aprobadas como voto especial, lo que implica que no estaban en la lista de excluidos y podían votar el día de la elección.

El personal de JAVAA estaba ubicado en un segundo piso en el edificio de Operaciones Electorales, en la calle Federico Costas, en Hato Rey. La señal de comunicación en ese lugar fue “horrible”. Hubo muchos problemas con el recibo de solicitudes por fax. Las hojas de las solicitudes que llegaban no se podían leer bien. Es entonces cuando deciden mover los faxes a otro espacio dentro de Operaciones Electorales. Cuando finalmente empezaron a recibir las solicitudes por fax, el volumen fue inmanejable y el proceso se salió de las manos. El personal de JAVAA no sabía si eran solicitudes que enviaban los electores directamente o si eran las solicitudes enviadas por las JIP.

“Fue otro desastre”, dijo una fuente, quien explicó que el fax funcionó por unos días.

Una fuente cercana al funcionamiento de las JIP dijo que en algunas oficinas no había equipo, al punto que hubo funcionarios que enviaron fotos de las solicitudes desde sus teléfonos a través de WhatsApp.

En JAVAA, había sólo cuatro computadoras disponibles, según una fuente. Ante el volumen de correos electrónicos, en un día, una gerente podía imprimir un promedio de 50 a 60 solicitudes. Se dañaron dos computadoras.

“Jamás llegaron a contestarle a todo el mundo”, confirmó otra fuente.

Dos fuentes indicaron que hubo problemas con los suplidores y las requisiciones de material. Incluso, sólo hubo cinco líneas de teléfono para el equipo de JAVAA tanto en Operaciones Electorales como en el Coliseo Roberto Clemente. JAVAA no tiene una fotocopiadora en las oficinas de Operaciones Generales.

El nuevo Código Electoral estableció que se crearían tres subjuntas para atender los asuntos de voto ausente, votación adelantada por correo y votación adelantada frente a una junta de balance electoral. Tres fuentes dijeron que no se crearon las subjuntas. JAVAA trabajó como lo hacía en el pasado: con ocho mesas representativas de los distritos senatoriales y una mesa especial.

“Crear esas juntas fue sumamente difícil, porque el volumen de solicitudes y transacciones era demasiado grande”, dijo una de las fuentes.

Las listas color salmón

Hubo múltiples denuncias de votantes que observaron que el nombre de una persona, generalmente un familiar que pidió voto especial, aparecía en las listas oficiales de votación en los colegios el 3 de noviembre.

 

Al preguntársele a Nieves Cartagena acerca de este problema, dijo que en eventos pasados OSIPE genera las listas de votación después de la fecha límite del registro de inscripción y del cierre de JAVAA para recibir solicitudes, a través de un proceso que se le conoce como índice.

Cuando se producen esas listas, la abreviación “exc” (de excluido) debe aparecer impresa en el espacio de la firma del elector, explicó Nieves Cartagena. Sin embargo, este año, no fue así, reconoció.

OSIPE hizo el índice sin esperar por el cierre de JAVAA y el de las JIP el 24 de septiembre. Del Registro General, extrajo los electores hábiles (activos e inactivos de la elección anterior) para generar las listas de votantes. Y decidió recurrir a un método que no utilizaba desde el 2000: hacer unas listas de exclusiones para los votos especiales. Estas listas se imprimieron en hojas color salmón.

¿Por qué? Las fechas de cierres no coincidieron. El último día para inscribirse fue el 14 de septiembre, mientras que para solicitar los votos especiales se extendió el periodo hasta el 24 de septiembre.

“No podemos detener la producción de listas [de votantes], porque es una producción grande y nos atrasa los procesos de embalaje y demás. Seguimos con nuestra producción de listas y luego hicimos las listas de excluidos, de color salmón, tamaño legal, que se puso en cada maletín de colegio”, dijo el ingeniero.

En la mañana del día de las elecciones, los funcionarios debían tomar las listas de color salmón, buscar a esos electores en las listas de votación y escribir a mano la palabra “excluido” en el espacio para la firma, según el ejecutivo de la CEE.

Al menos dos funcionarios de dos colegios distintos dijeron al CPI no haber visto las hojas color salmón. La CEE mostró al CPI maletines que están en proceso de escrutinio que sí tenían las hojas. Nieves Cartagena dijo que se enviaron las instrucciones, pero añadió que no es asunto de OSIPE si los encargados no siguieron las instrucciones.

Si a un elector se le aprobó el voto adelantado, pero no fueron a su domicilio o no le llegaron las papeletas por correo, podía votar el 3 de noviembre, explicó Rosado Colomer. El funcionario de colegio debió haber verificado que ese elector estaba excluido, según la hoja color salmón, así que votaría como “añadido a mano”. El juez admitió que hubo funcionarios que – por falta de adiestramiento o error humano – no verificaron la lista de excluidos y permitieron que esos electores votaran en el colegio electoral. “Si un elector votó adelantado y votó el 3 de noviembre, tiene un problema bien grande”, advirtió el presidente.

Aunque la fecha límite para solicitar el voto adelantado se extendió hasta el 24 de septiembre, las JIP estuvieron entrando datos hasta el domingo 11 de octubre, dijo Nieves Cartagena.

OSIPE produjo una lista el 11 de octubre, que envió tres días después a los partidos. Pero esa lista no podía ser certificada como final porque eventualmente se generó otra, según Nieves Cartagena.

“Se quedaron 2,192 solicitudes que se grabaron posterior al 11 de octubre por JAVAA”, añadió.

OSIPE produjo el 2 de noviembre una segunda lista de votantes excluidos por voto adelantado que suplementaba a la primera. “Esa lista se imprimió y estaba en OSIPE por si JAVAA la pedía”, dijo el director.

OSIPE no envió la lista suplementaria a JAVAA, “porque JAVAA no la pidió”, dijo Nieves Cartagena.

Justificó que esas 2,192 solicitudes debían ser procesadas con el método de certificaciones de inclusión y exclusión. JAVAA y la Secretaría de la CEE están a cargo de estas certificaciones, dijo.

Cuando el CPI preguntó si estos 2,192 votaron añadidos a mano, el presidente de la CEE dijo que “depende, porque si estaban en lista para ir a domicilio a recoger el voto, pueden haber votado así. O puede ser que lleguen a tu casa, [el elector] no estaba y el día del evento podían votar añadido a mano”. Incluso, a lo mejor no votaron, añadió. El juez especificó que se sabrá cómo votaron en enero o febrero, cuando se depuren las listas.

La actual presidenta de JAVAA, Rosa Vellón Márquez, y la secretaria interina de la CEE, Thais Reyes Serrano, no estuvieron disponibles para entrevista sobre cómo se procesaron esas 2,192 solicitudes.

Una fuente muy cercana a JAVAA dijo al CPI que, en otros eventos electorales, las certificaciones de inclusión y exclusión eran verificadas por cada gerente representante de los partidos antes de ser llevadas a la oficina del Secretario de la CEE. Este año, ese balance electoral no ocurrió por la nueva ley electoral. Cada gerente trabajó por su cuenta unas certificaciones para luego llevarlas al Secretario, confirmaron dos fuentes. Reyes Serrano sustituyó el 22 de septiembre a Ángel Rosa Barrios en el cargo de secretario de la CEE.

La odisea de los sobres

Aunque el personal de JAVAA estaba al tanto de que sería trasladado del edificio de Operaciones Electorales al Coliseo Roberto Clemente, no se le informó cuándo,  dijeron las fuentes. Personal de la Oficina de Servicios Generales les dijo: “Ahí están los camiones y los choferes. Ustedes se mudan hoy”.

La mudanza fue el 23 de septiembre, en medio del proceso de ingresar las solicitudes. No tenían las condiciones apropiadas para seguir con las labores en el Coliseo. No había conexión a internet. No fue hasta el día siguiente, después del mediodía, que comenzaron a retomar el trabajo.

La JAVAA está compuesta por cinco gerentes de cada partido y un presidente, y es responsable de administrar el proceso de solicitud, votación y adjudicación de los votos ausentes y adelantados.

Este año, el personal de JAVAA no daba abasto para preparar los sobres de envío con las papeletas. Funcionarios de las JIP a nivel Isla fueron convocados para ayudar en este proceso en el Coliseo.

 

En cada sobre se colocaban las cuatro papeletas: estatal, alcaldía, legislativa y plebiscito, otros tres sobres y las instrucciones. Cada papeleta debía estar inicializada al dorso por funcionarios de al menos dos partidos. Según datos provistos por OSIPE, 57,470 electores solicitaron voto adelantado por correo, lo que se convierte en 229,880 papeletas, pues por cada elector eran cuatro papeletas.

Las impresoras de JAVAA generan una etiqueta a la vez con la dirección para el sobre. Ante el alto volumen de envíos y falta de impresoras adecuadas, OSIPE recomendó   que Servicios Generales las imprimiera.

Sin embargo, ya personal de JAVAA había enviado algunos sobres certificados a los electores. A petición del director de OSIPE, JAVAA le entregó una lista de los 1,097 electores a los que ya se les había hecho el envío. Corregir esta lista retrasó el proceso tres días, según Nieves Cartagena. Finalmente, la lista se redujo a 840 casos a los que no se les podía imprimir la etiqueta con la dirección, porque recibirían un segundo sobre con papeletas.

Ya en esa etapa, OSIPE informó a JAVAA que, de esa lista de 1,097 casos, había 14 casos a los que no se les reflejaba una solicitud registrada por JAVAA ni por las JIP.

La situación empeoró cuando el director de OSIPE se percató de que algunas direcciones entradas por las JIP al sistema no correspondían a las escritas en las solicitudes. El 8 de octubre se lo notificó al presidente de la CEE. Al otro día se ordenó una revisión que culminó en que la Oficina de Control de Calidad corrigió y actualizó algunas direcciones.

A menos de un mes de las elecciones generales, convergieron dos situaciones graves. Había el riesgo de enviar dos sobres a una misma persona y, además, enviar papeletas a direcciones incorrectas.

Si el funcionario de la JIP no actualizó la dirección postal cuando ingresó la solicitud al sistema, el elector no recibiría las papeletas. Llegarían a la última dirección postal registrada en la CEE. Si el elector no cambió la dirección física antes del 14 de septiembre, le llegarían las papeletas correspondientes al precinto de su última dirección física registrada. Dado que hubo tantas solicitudes, los funcionarios de las JIP las ingresaron al sistema después del 14 de septiembre, fecha de cierre de incripciones de votantes. Así que, aunque esos electores hubieran actualizado su dirección física en el papel, los funcionarios ya no podían cambiarlas en el sistema.

Los envíos fueron por correo certificado. Así que consta un acuse de recibo.

El proceso establece que cuando un elector devuelve sus papeletas votadas por correo, debe enviar copia de una identificación con foto para que JAVAA pueda confrontar con la foto de ese elector en el Registro Electoral. El elector que haya recibido las papeletas por error no podía votar con ellas.

Pero una fuente de JAVAA dijo al CPI que vio dos casos de sobres con el nombre de electores y las papeletas marcadas que llegaron con la copia de una identificación de otra persona. “Esas papeletas fueron contabilizadas porque las colocaron en las mesas por una orden del presidente de la CEE sin que se realizara el proceso de validación. Deben haber más”, advirtió la fuente. Rosado Colomer rechazó rotundamente que diera esa orden.

Aclaró que esos casos no han llegado a su atención, pero “si eso ocurrió y hay que investigarlo, se investiga”, dijo.

La misma fuente aseguró que hay una “cantidad considerable de sobres” con papeletas contabilizadas que llegaron por el correo postal y los nombres de las personas que aparecen en esos sobres no tienen una solicitud registrada. Al ser confrontado, el presidente de la CEE dijo al CPI que “no tiene una imputación de parte de la Junta de Correo diciéndome que eso ocurrió”. Si ellos lo identifican, se corrobora la información para entonces referir a las entidades pertinentes, dijo Rosado Colomer.

Hubo electores que recibieron dos sobres de papeletas, como fue el caso reportado por la alcaldesa de Morovis. Un envío pudo haber sido por JAVAA y el otro se produjo cuando OSIPE generó las etiquetas.

El presidente de la CEE dijo al CPI que se está investigando “la sospecha de dos sobres [con papeletas ya marcadas] que llegaron con una misma identificación”.

El CPI confirmó con varias fuentes que hubo sobres con papeletas que el correo devolvió a JAVAA porque las direcciones estaban incorrectas. Esa división no tenía manera de verificar la dirección al recibir las devoluciones, pues los papeles de las solicitudes de voto adelantado estaban en las oficinas de las JIP.

La lista enviada al presidente de la CEE con 212 casos de posibles duplicados la trabajó OSIPE. “JAVAA está revisando ahora en el escrutinio si recibimos dos sobres [para estos votantes]”, confirmó Rosado Colomer.

Si hubo un proceso de depuración, ¿por qué ocurrieron estas irregularidades?, preguntó el CPI.

“JAVAA no nos informó de todos los casos a quienes les había enviado papeletas”, justificó Nieves Cartagena. “Esa lista inicial de 1,097 envíos [hecha por JAVAA] se hizo mal”. El caso reportado por la alcaldesa de Morovis, según él, es un ejemplo del problema, porque nunca apareció en la lista de papeletas enviadas que le entregó JAVAA a OSIPE.

Con relación al asunto de las direcciones no actualizadas, Cartagena Nieves dijo que pudo ser porque “los funcionarios de las JIP no recibieron las instrucciones para el voto por correo” por parte de la Oficina de Enlace y Trámite de la CEE. “No es JAVAA, ni OSIPE [los encargados]”.

Confusión al llenar el formulario del voto adelantado

Las solicitudes del voto especial llegaron por correo postal, fax y a las oficinas de los comisionados electorales de los cinco partidos. Sin embargo, un alto volumen llegó a través del correo electrónico de JAVAA. Tres fuentes dijeron al CPI que hubo entre 17 mil y 21 mil solicitudes en el correo electrónico de JAVAA.

Una de las fuentes – también cercana al trabajo de JAVAA – explicó que hubo electores cuyos nombres aparecieron solicitando voto ausente y adelantado por falta de conocimiento de las diferencias en los formularios.

El formulario del voto ausente fue el primero que se publicó en el sitio en línea de la CEE. Cuando se informó al país que podían solicitar, el formulario del voto adelantado no estaba publicado en el sitio en línea de la CEE.

“Cuando los electores entraron [al website], vieron el papel que dice voto ‘ausente’, pues llenaron esa solicitud pues la lógica les dice que estarán ‘ausentes’ del evento. No conocen las diferencias de los formularios”, narró.

Hubo electores que llenaron la solicitud de voto ausente cuando realmente tenían que cumplimentar la de voto adelantado, un problema que JAVAA detectó porque escribieron direcciones de Puerto Rico para el envío de las papeletas. Los electores que estén fuera de Puerto Rico son los únicos elegibles para el voto ausente.

Antes había una solicitud para voto adelantado y otra para el voto a domicilio, este año se juntaron ambas peticiones en un mismo documento.

Esto creó confusión, mencionaron varias fuentes que llenaron o recibieron el documento.

El documento indica 12 categorías de electores que pueden solicitar el voto adelantado. Estos electores pueden ejercer su voto por correo o de forma presencial, excepto el voto de fácil acceso. Además del correo, bajo esta categoría se puede solicitar que vayan a su casa o pueda votar en un colegio de fácil acceso en el centro de votación correspondiente.

El formulario pregunta dos veces cómo prefiere votar, lo que se presta a confusión. Además, las fuentes allegadas al proceso de recibir las solicitudes explicaron que hubo electores que marcaron todas las modalidades cuando solicitaron el voto de fácil acceso. Es decir, por correo, a domicilio o en un colegio de fácil acceso en el precinto.

Ante el poco tiempo para ejecutar, JAVAA tuvo que decidir la modalidad en esas papeletas. Los reclamos de electores de que funcionarios los llamaban o fueron a sus casas sin haberlo solicitado o – al contrario – de que nunca fueron a sus domicilios, a pesar de haberlo solicitado, pudieron tener su génesis por estas circunstancias.

Aunque pudo haber electores que por falta de orientación llenaron varias solicitudes más de una vez porque “se desesperaron”, una de las fuentes no descartó que la duplicidad de solicitudes pudo haber sido ocasionada porque el elector fue inducido a cometer error o porque otra persona también haya solicitado a su nombre.

Voto ausente

La CEE recibió 6,806 solicitudes de voto ausente, según datos provistos el 3 de diciembre. El voto ausente aplica a “todo elector” activo con domicilio en Puerto Rico, pero que el día de las elecciones no estarán en el país. Estos electores tenían derecho a votar en las cuatro papeletas provistas este año.

“El término ‘todo elector’ no estará sujeto a interpretación”, establece el reglamento bajo la nueva ley electoral. Tampoco se le podrá interrogar y requerir documentos de ningún tipo.

“La Comisión no tiene el mecanismo real para hacer esta corroboración (si está inscrito en Estados Unidos)”, confirmó el excomisionado electoral Guillermo San Antonio Acha.

A finales de mayo, los comisionados electorales acordaron que el presidente de la CEE solicitara a los organismos electorales de los 50 estados de Estados Unidos una lista de los puertorriqueños inscritos en “algún estado”.

El director de OSIPE aclaró que no todos los estados comparten los datos con Puerto Rico.

Un total de 5,551 electores puertorriqueños estaban inscritos en Puerto Rico y Estados Unidos, según documentos de la CEE. En junio, el entonces comisionado electoral del Partido Popular Democrático, Lind O. Merle Feliciano, solicitó que se excluyeran del Registro General. La ex comisionada del Partido Nuevo Progresista, María D. Santiago, estuvo en desacuerdo.

Tras un pleito judicial presentado por Merle Feliciano, procedía la solicitud de depurar el registro electoral. Nieves Cartagena confirmó al CPI que no se hizo.

“Esa depuración no se llegó a completar y no consta si esas personas votaron o no”, dijo el comisionado electoral del Movimiento Victoria Ciudadana, Olvin Valentín Rivera.

Nieves Cartagena explicó que en Estados Unidos se utiliza solo un apellido. “Por ejemplo, cuántos ‘José Rivera’, de San Juan, pueden llegar en las listas [que provean estos organismos electorales estadounidenses]”, dijo. Divulgar los últimos cuatro dígitos del Seguro Social no era un requisito de inscripción. Por lo tanto, la CEE no tiene esos datos de corroboración para todos los electores.

Para resolver esta situación se necesitan acuerdos colaborativos entre Puerto Rico con estos organismos en EE.UU. Dado que cada estado rige su propio sistema electoral, explicó Nieves Cartagena, hay condados que tienen sus propios sistemas electorales. “Si un estado tiene 50 condados, cada condado tendría que tener un acuerdo colaborativo con la CEE”, añadió.