Tras cinco años de recesión, José J. Villamil, presidente de la Junta de Directores de Estudios Técnicos, Inc. opina que la economía de Puerto Rico ya ha tocado fondo. En el año fiscal 2012 la economía tendrá por fin un signo positivo, con un alza de 0.6%. Un crecimiento raquítico que se mantendrá durante los dos próximos años, cuando el crecimiento se proyecta en 1.0% y 0.9%.

La existencia de numerosos riesgos nos van ha impedir que podamos celebrar haber salido de la recesión: los fondos de la Ley federal de Recuperación Económica (ARRA) termina este año y no hay ninguna probabilidad de otro estimulo federal; está la posibilidad de que la economía de Estados Unidos entre en una nueva recesión o que entre en una especia de fase japonesa de estancamiento secular; la volatilidad del precio del petróleo; el gobierno federal va a reducir los gastos; y el mercado de bienes raíces podría deteriorarse una vez terminen los incentivos.

“Mi conclusión es que hemos tocado fondo, pero ese fondo poder ser de arenas movedizas si alguna de estas cosas ocurren”, advirtió Villamil, durante su participación en el 19no Congreso de Vivienda, organizado por la Asociación de Bancos.

Las cifras oficiales de la Junta de Planificación prevén que en el actual año fiscal la economía crecerá 0.6%, la primera cifra positiva tras cinco años de caídas. “No va a haber una contracción, tampoco un repunte dramático”, explica Villamil. Para los próximos dos años, las perspectivas son de un crecimiento de 1.0% en el 2013 y 0.9% en el 2014. “Es un mensaje muy alentador, dentro de toda la situación”.

Para Villamil, el principal reto es la creación de empleo, porque con los ritmos de crecimiento que se esperan para los próximos años nos es posible recuperar el empleo perdido en los últimos cinco años. Será necesario tomar medidas dirigidas directamente a la creación de empleo, porque ni con el escenario más optimista podemos regresar a tener los niveles de empleo de antes del 2007.

Es urgente reactivar la inversión, es lo único que va a permitir reactivar de forma rápida la economía. Se necesitan entre $8,000 millones y $9,000 millones en inversiones.

Creciendo a un ritmo de 1.75% no será hasta el 2019 que lograremos alcanzar los niveles de 2006.

Lo urgente es sanear las finanzas públicas, fortalecer la banca, estimular la inversión y estabilizar la situación social.

Más a largo plazo hay que desarrollar un sistema de innovación que permita movernos de ser “path followers” a ser “path creators”, cambiar la cultura económica, socializar la política económica y lograr una estructura económica a tono con el entorno global.