Por redacción de Sin Comillas
El programa de Desarrollo Rural del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) invirtió el año fiscal pasado $357.6 millones en Puerto Rico como parte del Programa de Vivienda. Estos fondos han permitido que 3,025 familias hayan podido adquirir su primera vivienda o reparar la existente.
Se otorgaron $349.2 millones en préstamos garantizados y $8.4 millones en Préstamos Directos. “Nuestro Programa de Garantía de Vivienda ayuda a las instituciones financieras, a otorgar préstamos a hogares de ingresos bajos y moderados que vivan en áreas rurales elegibles. El programa ofrece una garantía de préstamo del 90% a las instituciones financieras, aprobadas, con el fin de reducir el riesgo de otorgar préstamos del 100% a compradores de vivienda rurales elegibles”, comentó Luis R. García, director interino de USDA Rural Development en Puerto Rico.
First Bank otorgó la mayor cantidad de créditos, un total de 383 préstamos a familias para la compra de su vivienda en Puerto Rico. Le sigue H.F. Mortgage Corp. con 327 préstamos y Banco Popular con 326 préstamos.
Algunos ejemplos del uso que se le han dado a estos fondos son los siguientes:
- Una mujer de 80 años, en el municipio de Utuado, utilizó los fondos para reparar su vivienda que sufrió daños durante el huracán María. La reparación consistió en reforzar los cimientos de la casa, instalar techos, paredes, pisos, ventanas y puertas nuevas.
- En Hatillo, el programa ayudó a una joven madre de 24 años con un hijo de 3 años que trabajaba 23 horas semanales, recibió un préstamo directo de $100,000 al 1% de interés. Ahora paga menos dinero en su hipoteca de lo que pagaba de renta por su pequeño apartamento.
- Una pareja de mediana edad, con problemas médicos, había estado durante muchos años tratando de comprar una casa. Su hijo visitó las oficinas de Rural Development de USDA en Camuy y supo que sus padres eran elegibles para un préstamo directo de $105,000 al 1%, con el que lograr comprar una vivienda.
- Un hombre soltero de 46 años, que tuvo que jubilarse de forma prematura por razones de salud, vivía en un apartamento de alquiler que necesitaba mejoras. Recibió un préstamo directo de $85,000 y ahora vive en un hogar seguro y paga menos por su hipoteca de la que pagaba de renta en su apartamento.