Se modifica el plan de pensiones de la UPR, pero no se dice si el plan es solvente o no.
Por redacción de Sin Comillas
El Plan Fiscal de la Universidad de Puerto Rico (UPR) retrata a una universidad diferente de la de los últimos 40 años. Los cambios que plantean el plan harán que el centro educativo sea más pequeño, más caro y se convierta en un patrono menos atractivo, explicaron los profesores Juan Lara y Alex Betancourt en el programa “Hilando Fino” de Radio Universidad de Puerto Rico.
El Plan Fiscal busca que el sistema universitario sea menos dependiente de los ingresos del gobierno central, pero al mismo tiempo estará más centralizado, con menos unidades regionales. Si el año fiscal pasado el Gobierno asignaba a la UPR unos $678 millones, pasará a hacer una aportación de $442 millones en el año fiscal 2023.
Tendremos una universidad más concentrada, más consolidada, con menos gente. El Plan Fiscal certificado por la Junta de Control Fiscal plantea una reducción en la nómina de cerca de $100 millones anuales del 2021 al 2023, lo que significa que “gran parte de la contracción se va a cubrir con menos gente empleada”.
Las mayores reducciones en nómina se producen entre el personal no docente: los empleados transitorios y temporales disminuyen entre 4% y 5% los primeros tres años; y el personal no docente se contrae (entre 8% y 10%), uno de cada cinco empleados no docentes abandonaría la universidad en cuatro años. Pero la mayor reducción de personal se producirá entre el personal docente administrativo, que disminuirá entre 17% y 21% en los primeros tres años del Plan y afecta a más de la mitad de los profesores que están en posiciones administrativas.
Afortunadamente, el número de personal docente crece 3% cada año en los primeros tres años, lo que a juicio de Lara es un “reconocimiento de que no pueden dejar de contratar facultad porque alguien tiene que enseñar los cursos”. El número de estudiantes disminuirá de 57,820 a 48,744 estudiantes en el 2023.
El Plan le otorga el pago de una cantidad menor para el plan médico a los empleados no docentes, lo que es equivalente a un recorte salarial. Lara y Betancourt señalaron que no se justifica esta discriminación. “Es injusto porque los que pelearon ese plan médico fueron los no docentes. Debe ser igual para todos”.
El Plan Fiscal de la UPR hace cambios al plan de pensiones, al que sólo dedica una página, y que apunta a un ahorro de $10.7 millones anuales a partir de 2020 como resultado de la reducción de pensiones.
“No se nos está dando la información que necesitamos para entender lo que está pasando”, dice Lara, que destaca que “el Plan en sí es un documento de power point con afirmaciones abreviadas, con pocos detalles sobre cómo se llega a los números”. Se plantea congelar el plan de pensiones actual, pero “no nos dice lo que eso significa. Yo todavía no lo entiendo”.
“Mi lectura, y recalco que estoy leyendo un ‘bullet’ en una página de power point, es que entiendo que están haciendo una proyección que supone que la nómina crece 3% al año cuando lo que quiere es que se reduzca significativamente”. “Ese es el tipo de información que nadie nos está dando con la claridad que nos deberían dar”.
En el Plan Fiscal “no hay ni media palabra” sobre si el plan de pensiones de la UPR es solvente. “Esa para mí es la pregunta más importante de todas y es una pregunta que ni la Junta ni nadie está contestando”, señala Lara.
Aunque el Gobierno ha dicho que no va a seguir las recomendaciones de la Junta en lo que tienen que ver con el pago de las pensiones y el pago del bono de Navidad. Nada se sabe de cómo va a reaccionar la Junta de la UPR. ¿Van a ser más obedientes o no?