Por Eva Lizardi / BizNet Media
Comenzando este año y luego de una enmienda a la Ley de Ética Gubernamental, los profesores de la Universidad de Puerto Rico (UPR) –con 38 patentes y cerca de 100 en proceso– que patenticen sus trabajos podrán desarrollar sus negocios y beneficiarse de ellos, algo que hasta el momento no se les ha permitido. “Esto definitivamente va a facilitar el desarrollo económico de Puerto Rico”, afirmó Mariluz Frontera, directora de la Oficina de Propiedad Intelectual del sistema.
Al ser la UPR una universidad del Estado, que recibe fondos públicos, le aplica la Ley de Ética y todas sus restricciones. Este cambio surge gracias a la Ley 150 del 2010 (aprobada en octubre), que enmendó dicha Ley con el fin de promover la participación de académicos, profesores e investigadores del sistema de la UPR en el desarrollo intelectual y la transferencia de tecnologías.
La directora de dicha Oficina, adscrita a la Vicepresidencia de Investigación y Tecnología, informó que se está trabajando en el reglamento para implementar la Ley. Esto conlleva un trabajo minucioso, pues debe cumplir con todas las reglamentaciones de la institución, la Oficina del Contralor y otras, pero aseguró que debe estar listo antes de que termine el año.
Un largo proceso…
“La Universidad reconoce el talento y el compromiso de su profesorado y estudiantes. En el proceso de protección de la propiedad intelectual, la UPR ha ido progresando significativamente, sobre todo en las patentes. Hay algunas que se trabajan en conjunto entre profesores y estudiantes”, abundó. Varias incluyen investigadores de distintos Recintos y también en colaboración con otras instituciones académicas de Puerto Rico y de Estados Unidos.
Ciertamente, entre las investigaciones y las evaluaciones que conlleva la otorgación de una patente, transcurre mucho tiempo. “La Oficina de Patentes y Marcas de Registro de Estados Unidos (U.S. Patent and Trademark Office, USPTO), suele tardarse un promedio de dos años para comenzar la evaluación de una solicitud de utilidad”, explicó Frontera. En total, el trámite podría tomar entre tres y cinco años, reveló.
La USPTO otorga tres tipos de patentes: las de utilidad (tienen uso), patentes de diseño (aunque no tengan uso) y patentes de plantas (solo a las que se propagan asexualmente). La patente de utilidad es la más reconocida, pues incluye desde inventos científicos, hasta vasos y sombreros.
Darle forma a una idea, buscarle uso para mejorar algo existente o crear un nuevo sistema de utilidad que impacte la salud o cualquier otra área, es lo que mueve a muchos inventores a continuar con las investigaciones. Es así como se han encontrado nuevos productos, medicinas y estudios para el beneficio de la humanidad.
Patentes bajo la “sombrilla” UPR
Hasta ahora, el portafolio de la UPR consta de 38 patentes otorgadas por la USPTO. La primera data del 1991, cuando formalmente este sistema de educación superior incursionó en este proceso. Y aunque de entrada la cantidad de patentes con la que cuenta tal vez se vea mínima, los adelantos que trae cada una de ellas reflejan el talento con que cuenta Puerto Rico. El Recinto de Mayagüez se destaca con 21 patentes y Río Piedras con 11. Algunas de estas patentes se comparten por investigadores de más de un Recinto.
Ahora mismo hay 58 solicitudes de patentes provisionales sometidas a la USPTO. Este tipo de patente se solicita cuando el proyecto ya tiene resultados, pero el investigador decide hacer algún tipo de prueba adicional o se va a hacer alguna divulgación del proyecto. “Se solicita la patente provisional para proteger el trabajo, lo que nos permite preparar la solicitud de utilidad con más calma y detalles sin que se pierda su protección”, recalcó la funcionaria.
La Oficina de Propiedad Intelectual de la UPR tiene además 40 solicitudes de patentes regulares sometidas. “Es cuestión de que la Oficina de Patentes empiece o concluya su evaluación”. Frontera expuso que las solicitudes de patentes y documentos relacionados deben prepararse por abogados especializados en la materia o por agentes de patentes que tienen que tomar una reválida especial y estar autorizados por la USPTO para esta labor. En Puerto Rico hay siete abogados y agentes de patentes al momento.
Para tener una idea de los inventos locales, una de las licencias que está en proceso de firmarse es la que desarrolló un equipo para personas con necesidades especiales. Se trata de una silla de ruedas que cambia de posición a las personas, poniéndolas de pie. El doctor Mauricio Lizama del proyecto de Asistencia Tecnológica es el inventor de varios de estos equipos para personas con necesidades especiales. También se otorgó otra licencia a una técnica de procesar la fosforescencia a varios artículos, entre ellos letreros de carreteras.
Entre los inventores más activos, Frontera mencionó a la doctora Margarita Ortiz y a los doctores Antonio Alegría y Nicolás Pinto del Recinto de Humacao. También a los doctores Félix Fernández, David Serrano, Carlos Rinaldi, Arturo Hernández, Eduardo Juan y Belinda Pastrana, entre otros, del Recinto de Mayagüez.
El doctor Abimael Rodríguez del Recinto de Río Piedras también se ha distinguido por su trabajo con corales. “Se ha encontrado en ellos una sustancia antiinflamatoria que se puede utilizar como parte de los tratamientos de cáncer.”
El doctor Raphael Raptis, también del Recinto de Río Piedras, trabaja en las transferencias de electrones y los agentes de contraste en los exámenes de Resonancia Magnética. De este Recinto se distinguen además los doctores Ram Katiyar, José Lasalde, Carlos Cabrera, Ashok Kumar, Gerardo Morell Brad Weiner, Ana Guadalupe, Eduardo Rosa, Luis Fonseca, entre otros.