Por Luisa García Pelatti
El Gobierno de Puerto Rico ha violado todos los controles existentes para evitar que la deuda y los gastos se disparan. Ha ignorado incluso los controles que establece la propia Constitución. “Si a nivel local hemos fallado en establecer controles, una junta local cometerá los mismos fallos”, aseguró Carlos Colón de Armas, profesor de la Escuela Graduada de Planificación, durante su participación en una conferencia organizada por la Asociación de Ex-Alumnos de Administración de Empresas. “Una junta local no va a ser efectiva y la única alternativa sería la junta federal”.
Anticipa que si el objetivo de la junta es decidir si se cumplió o no, la junta no tiene grandes posibilidades de éxito. Por otro lado, destaca que no hay precedente de una junta de control fiscal a nivel estatal. Las de Nueva York y Washington fueron en ciudades.
“En Puerto Rico hay que reducir el gasto público pero hay que aumentar la inversión pública y no estoy convencido de que estas juntas de control fiscal tengan la inteligencia para saber la diferencia”, comentó Colón de Armas, que hizo un llamado al sector privado para que “no sea acomodaticio con el Gobierno de turno”.
Si el sector privado quiere influenciar, lo primero que tiene que hacer es dictar la agenda, apunta el economista, en lugar de apoyar la agenda del gobierno, defender intereses particulares o discutir temas irrelevantes en sus visitas a Washington.