La economía de Puerto Rico se enfrenta a riesgos internos y externos que harán muy complicada la recuperación económica. La reducción y el envejecimiento de la población, la falta de crecimiento de la productividad y el recorte en los gastos federales son algunos de esos riesgos, según el economista Diego Iribarren.
“Los riesgos que enfrentará la economía de Puerto Rico durante el resto de la década son mayores y están anclados en su mayoría al lado negativo”, aseguró Iribarren durante su participación en una actividad organizada por la Asociación de Economistas.
El economista habla de un cambio estructural que en el empleo. Durante la recesión del 2001 el empleo tardó 27 meses en volver al nivel de antes de la recesión. Ahora al empleo le está costando más hacer esa remontada. Ya van 67 meses y los empleos están lejos de estar cerca de recuperarse.
Para Iribarren, los cambios estructurales en la economía van a crear una asignación de recursos distinta y eso se está manifestando en el empleo. La situación de empleo en Estados Unidos no ha estado mejor. La economía de Estados Unidos ha perdido 8 millones de empleos y sólo se han recuperado 1.5 millones. Pero terminará recuperándose, opina el analista. “Los mercados mundiales aún tiene confianza en la credibilidad del gobierno de Estados Unidos”, dice Iribarren, que atribuyen las dificultades para llegar a un acuerdo sobre el techo de la deuda a la “injerencia del populismo en la política pública”.
En Puerto Rico, el envejecimiento y la reducción de la población es un factor estructural que va a provocar un ajuste “inevitablemente hacia abajo”. Por otro lado, la productividad debe aumentar para poder financiar el consumo en los próximos 10 años.
“En resumen: los riesgos que enfrentará la economía de PR durante el resto de la década son mayores y están anclados en su mayoría al lado negativo”, insiste Iribarren.