Por redacción de Sin Comillas
La revisión a la baja del crecimiento económico mundial por parte de la mayoría de los organismos internacionales tendrá repercusiones en la economía de Puerto Rico, advierte Juan A. Castañer Martínez, de la división de Análisis y Política Económica de Estudios Técnicos, Inc. Aunque no ofrece proyecciones económica para la economía de Puerto Rico, anticipa “un panorama poco halagador para el 2023 que obliga, por un lado a ser prudentes en las proyecciones y planes de negocio y, por otro, a ser creativos para ser exitosos en un entorno tan incierto como el descrito”.
Castañer Martínez explica que en los últimos meses, las perspectivas económicas del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) “han estado moviendo a la baja sus proyecciones para la economía global respecto a sus estimados de mediados de año que, a su vez, habían sido revisados a la baja”.
Hace unos meses, la Junta de Planificación revisó a la baja sus proyecciones de crecimiento para la economía de Puerto Rico de 2.1% a 1.6% para el año fiscal 2022 y para el 2023 de 1.8% a 1.3%. Estas proyecciones contemplan una subida en el precio del petróleo de $10 el barril respecto al año pasado. La economía creció 1.0% en el año fiscal 2021 después de una caída de 3.2% en el año fiscal 2020.
El FMI prevé que el crecimiento mundial se desacelerará de 6.0% en 2021 a 3.2% en 2022 y 2.7% en 2023. Es la tercera ocasión consecutiva que el FMI revisa a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía mundial.
Los efectos desestabilizadores sobre la economía mundial incluyen crecimientos económicos menores, continuación de incertidumbre en cuanto al comportamiento de las economías, alta inflación, volatilidad en los mercados de petróleo y la posible extensión al 2023 de la invasión rusa de Ucrania se extienda al 2023.
“Todas las economías estarán creciendo pero a una tasa anual menor en el 2023 que lo estimado para este año 2022, con la excepción de China, que sería la única economía con un crecimiento mayor al de 2022. Sin embargo, aún así, significa una deceleración notable de su ritmo de crecimiento si se compara con el 2021 y las tasas de años anteriores. La implicación de esto es que ya China dejará de ser el motor de crecimiento global, orientando su economía hacia el mercado doméstico, es decir, reducirá su interacción con la economía global. En otras palabras, ‘China no saldrá al rescate económico del mundo’, con implicaciones negativas para el resto de la economía global”, señala Castañer Martínez.
Respecto a Estados Unidos, el FMI espera que el ritmo de crecimiento disminuya de 1.6% este años a 1.0% en el 2023. “Esto representa uno de los crecimientos más bajos de las economías de la OCDE, aunque superior a lo proyectado para la Zona del Euro. En el caso de las economías emergentes (América Latina y el Caribe), el crecimiento se frenará de nuevo, tornándose negativo para algunos países como Chile. Es interesante el caso de la República Dominicana que, aunque tendría un crecimiento menor, se ubica entre los más altos de la región para el 2023”.
Sobre la inflación, se anticipa una moderación, aunque se mantendrá en niveles altos. “Al igual que lo ha estado haciendo la Reserva Federal, los bancos centrales a nivel mundial han estado subiendo de forma agresiva sus tasas de referencia a niveles altos. Esta política se espera continúe en el 2023, lo que implicará, sin embargo, una recesión no solo en los países de la zona euro sino también en Estados Unidos”, señala.