Por redacción de Sin Comillas

El Tribunal Supremo de Esta­dos Uni­dos ha res­trin­gido la capa­ci­dad de las uni­ver­si­da­des para con­si­de­rar la raza en las admi­sio­nes, en un fallo que podría tener con­se­cuen­cias de gran alcance para las polí­ti­cas de diver­si­dad en las empresas en Esta­dos Uni­dos.

El Supremo concluyó que tanto la Universidad de Harvard como la Universidad de Carolina del Norte violaron la Constitución al recurrir a la raza como factor en el proceso de admisiones. La decisión fue apoyada por los seis jue­ces con­ser­va­do­res. Las tres jue­zas libe­ra­les dis­cre­pa­ron.

Los estu­dian­tes “deben ser tra­ta­dos en fun­ción de sus expe­rien­cias como indi­vi­duo, no en fun­ción de la raza”, escri­bió el Pre­si­dente del Tri­bu­nal Supremo, John Roberts. “Muchas uni­ver­si­da­des han hecho todo lo con­tra­rio durante dema­siado tiempo”.

La jueza Sonia Soto­ma­yor, de origen puertorriqueño, señaló que la deci­sión “se inter­pone en el camino y hace retro­ce­der déca­das de pre­ce­den­tes y avan­ces tras­cen­den­ta­les”.

“Hoy, la corte una vez más se alejó de déca­das de pre­ce­den­tes. Estoy muy, muy en desa­cuerdo con la deci­sión”, señaló Joe Biden, pre­si­dente de Esta­dos Uni­dos.

La deci­sión supone un golpe para la acción afir­ma­tiva en Esta­dos Uni­dos. Los casos con­tra la Uni­ver­si­dad de Caro­lina del Norte y la Uni­ver­si­dad de Har­vard fue­ron pre­sen­ta­dos por “Stu­dents for Fair Admis­sions”, una orga­ni­za­ción sin fines de lucro que busca abo­lir las con­si­de­ra­cio­nes racia­les en las admi­sio­nes.

“Stu­dents for Fair Admis­sions” había argu­men­tado que la prác­tica bene­fi­ciaba a los estu­dian­tes afroamericanos e his­pa­nos en detri­mento de los asiá­tico-ame­ri­ca­nos y otros, y le pidió al Tribunal que anu­lara Grut­ter vs Bollin­ger, una deci­sión de la Corte Suprema de 2003 que per­mi­tió a las uni­ver­si­da­des con­si­de­rar la raza en las admi­sio­nes.

Com­pa­ñías como Gene­ral Elec­tric, Meta, Goo­gle y Apple, pre­sen­ta­ron un escrito en apoyo de las uni­ver­si­da­des, argu­men­tando que prohi­bir a las uni­ver­si­da­des con­si­de­rar la raza en la admi­sión de estu­dian­tes “soca­va­ría los esfuer­zos de las empre­sas para cons­truir una fuerza labo­ral diversa”.

La decisión reducirá el porcentaje de estudiantes afroamericanos o latinos, como ya ha pasado en los nueve estados (entre ellos California, Oklahoma, Michigan, Texas, Florida y New Hampshire), donde no existe la discriminación positivo en las universidades. En la Universidad de California, el porcentaje de estudiantes afroamericanos y latinos disminuyó  la mitad después del referendum de 1996 que eliminaba la discriminación positiva.