Por redacción de Sin Comillas
La jueza Laura Taylor Swain del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico ordenó que se prohíba al gobierno de Puerto Rico implementar y poner en vigor cinco leyes que violan la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en inglés). La Junta de Control Fiscal le dio la bienvenida a la decisión de conceder las mociones y contra-mociones de la Junta para el fallo sumario relacionado con esas cinco leyes.
PROMESA exige que las nuevas leyes no deben perjudicar o derrotar los propósitos de PROMESA y no deben ser significativamente inconsistentes con el Plan Fiscal Certificado y el Presupuesto Certificado. La jueza Swain determinó que el Gobierno tiene el gravamen de brindar un estimado formal explicando el impacto de cada ley nueva y responder a las notificaciones de la Junta sobre cualquier deficiencia.
Según el tribunal, rl Gobierno no llevó a cabo esta responsabilidad o implementó una ley creando una deficiencia presupuestaria para el cual la Junta no aprobó redistribución alguna para llenar las deficiencias en la Ley 82-2019, Ley 138-2019, Ley 176-2019, Ley 181-2019 y la Ley 47-2020. La jueza Swain encontró que la Junta tenía preocupaciones justificadas de que el Gobierno no había considerado el impacto de cada una de estas nuevas leyes en los gastos e ingresos gubernamentales. La jueza Swain además determinó que el Gobierno no cumplió con PROMESA en lo que respecta a cada nueva Ley.
“Esta es una validación significativa del mandato de responsabilidad fiscal de PROMESA”, dijo Natalie
Jaresko, directora ejecutiva de la Junta. “Nuestras leyes deben basarse en estimados fiscales sólidos para garantizar que el Gobierno de Puerto Rico no vuelva nuca a gastar de más ni entregar de menos”.
“La Junta de Supervisión espera regresar a un diálogo constructivo con el Gobierno sobre el desarrollo e implementación de nueva legislación para asegurar el cumplimiento con PROMESA”, agregó.
- La Ley 82-2019 impide que los Administradores de Beneficios de Farmacia controlen los costos de los medicamentos recetados, lo que provoca un aumento en los precios de los medicamentos recetados que, en última instancia, recaería sobre el Gobierno. El tribunal determinó que el Gobierno no brindó un estimado formal conforme.
- La Ley 138-2019 obliga a las compañías que ofrecen seguros de salud públicos, como las
Organizaciones de Administración del Cuidado (MCO), a aceptar en su red a proveedores con
honorarios más altos. A juicio de la Junta de Supervisión, esto encarecería las primas de cuidado de
salud, los cuales en última instancia recaerían sobre el Gobierno de Puerto Rico. El tribunal determinó
que el Gobierno no brindó un estimado formal conforme y tampoco respondió a las preguntas de la
Junta de Supervisión al respecto. - La Ley 176-2019 aumenta los días de vacaciones y los días de enfermedad disponibles para los
empleados públicos, lo que hace que la fuerza laboral del Estado Libre Asociado sea menos eficiente,
como indicó la Junta de Supervisión. Además, no permite el ajuste de la fuerza laboral a un tamaño
que vaya en acorde a la reducción de la población en la isla. El tribunal estuvo de acuerdo en que la
determinación de la Junta de Supervisión, estableciendo que la Ley 174-2019 perjudicaría o
derrotaría los propósitos de PROMESA, está apoyada por evidencia. - La Ley 181-2019 provee un aumento salarial a los bomberos de casi $3 millones anuales, por encima de los aumentos que la Junta de Supervisión incluyo en su plan fiscal, y el tribunal estuvo de acuerdo con la Junta en que el Gobierno no había asegurado la aprobación de la Junta para el uso de un nuevo impuesto que compensara el gasto adicional.
- La Ley 47-2020 amplía el grupo de profesionales de la salud elegibles para recibir beneficios
contributivos bajo el Código de Incentivos de Puerto Rico. El tribunal determinó que la posición de la
Junta —que la disminución de ingresos contributivos bajo la Ley 47-2020 sin compensar con nuevos ingresos o ahorros perjudicaría o derrotaría los propósitos de PROMESA— no era arbitraria ni caprichosa.
“En cada instancia, la Junta esperaba que el Gobierno fuese responsivo a sus preocupaciones y trabajar en conjunto con la Junta para lograr los beneficios previstos de las nuevas leyes, a la vez que se atendían preocupaciones presupuestarias y de otra índole. Por desgracia, el Gobierno decidió litigar su contención de que sus conclusiones y estimados sumarios debían ser aceptados por la Junta como la última palabra.
La Junta de Supervisión sigue comprometida en trabajar con el Gobierno para cumplir con el mandato
de PROMESA hacia la responsabilidad fiscal, elemento crucial para la recuperación de Puerto Rico y
la prosperidad del pueblo de Puerto Rico”, señala la Junta en un comunicado.