Por redacción de Sin Comillas

Toyota ha anunciado un recorte del 3% en su producción anual, lo que en términos totales supone una reducción de 300,000 vehículos durante 2021. La causa está en la doble crisis del COVID y la falta de microchips.

Los casos de COVID-19 en los países del sudeste asiático están afectando a la cadena de producción de Toyota. Se han visto afectadas las fábricas que suministran a Toyota los cables ensamblados para los vehículos (Vietnam) y las que le proveen de microchips (Malasia). Se trata de un problema sin solución a corto plazo. La escasez de microchips puede alargarse hasta 2023.

El mayor fabricante mundial de coches se había resistido hasta ahora a realizar recortes en su producción de este año, que se cifraba en los 9.3 millones de vehículos. Un total que, salvo nuevos recortes, quedará en unos 9 millones de unidades.

Sin embargo, según ha explicado Kazunari Kumakura, responsable de compras de Toyota Motor, “la combinación de coronavirus y semiconductores” ha acabado por doblegar a la marca nipona. “Por el momento, el coronavirus es el que está teniendo un impacto abrumador”, ha matizado Kumakura.

El resto de grandes los grandes fabricantes de autos se encuentran en una situación parecida. Volkswagen, Renault o Ford ya se han visto obligados a parar el trabajo en sus fábricas y recortar sus objetivos anuales ante la ausencia de chips.