Tasa

Por Luisa García Pelatti

La tasa de ahorro de las familias se mantuvo en terreno negativo también en el año fiscal 2014. Según datos del Informe Económico al Gobernador, la tasa de ahorro se situó en -1.4%, una reducción respecto al año anterior cuando la tasa fue de -0.6%. Es el tercer año con tasas de ahorro negativas, algo habitual en la economía de Puerto Rico. La tasa de ahorro ha sido negativa durante siete de los últimos 10 años.

Los resultados se producen a pesar de que el consumo disminuye, pero se sigue gastando más de lo que se gana y, tras un período de desendeudamiento, vuelve a crecer la deuda de los consumidores. Las familias no han esperado a que la economía se recupere para volver a consumir por encima de sus posibilidades.

La tasa de ahorro fue negativa entre los años 2004 y 2008. La tasa cayó a -4.9% en el 2006, y volvió a caer a -4.4% en el 2007, los niveles más bajos desde la década de los 80.

La tasa de ahorro regresó a niveles positivos en el 2009. Las familias puertorriqueñas fueron capaces de reservar 1.8% de su ingreso disponible ese año, un porcentaje que se antoja bajo, pero que es el mayor en una década. En el 2010, la tasa de ahorro fue de 0.6% y subió a 1.0% en el 2011.

En los últimos tres años, la tasa de ahorro ha vuelto a ser negativa: -1.7% en el 2012; -0.6% en el 2013 y -1.4% en el 2014. El resultado se debe a que mientras los ingresos han crecido 1.6%, los gastos lo han hecho a un ritmo de 2.4%.

El comportamiento de la tasa de ahorro en Puerto Rico es diferente del de otros países, donde la tasa de ahorro está directamente relacionada con el crecimiento económico.

Aquí, el ahorro personal tiene un comportamiento anti-cíclico, como se puede comprobar en la gráfica. Un aumento en el crecimiento económico provoca un aumento en los ingresos, pero el consumo crece a un ritmo mayor, lo que mantiene la tasa de ahorro en negativo o en el mejor de los casos cerca de cero.

En los últimos cinco años los ingresos crecieron un 2.1%, mientras los gastos subieron 5.4%.

La deuda de los consumidores volvió a crecer en el año fiscal 2014, impulsada por un mayor endeudamiento en bancos y cooperativas.