Por Luisa García Pelatti
Las previsiones de crecimiento mundial de BBVA Research apuntan a una suave desaceleración con respecto a 2011. De acuerdo con Juan Ruiz, economista jefe de BBVA para América del Sur, las economías emergentes van a contribuir con el 80% del crecimiento de la economía mundial.
Europa se descuelga del crecimiento mundial con un crecimiento negativo en el 2012 (-0.2%) y positivo pero escaso (0.9%) en el 2013.
Aunque en los últimos meses se han producido avances en la solución de la crisis en Europa, hay retos importantes sin resolver. Subsisten las dudas sobre la solvencia de Grecia y en el caso Portugal no existe garantía de que pueda regresar a los mercados en el 2013. “El riesgo de accidentes se mantiene elevado”, asegura Ruiz.
No obstante, señala que ha habido avances hacia una unión fiscal, es necesario mantener una agenda de crecimiento que complemente el ajuste fiscal. “Debe haber un balance entre crecimiento y austeridad”.
En Estados Unidos, el crecimiento estará en torno al 2.2% y 2.3%, una recuperación económica frágil, con riesgos por el ajuste fiscal que se espera en el 2013.
En el caso de China se anticipa un aterrizaje suave.
BBVA Research mejoró ligeramente su previsión de crecimiento para América Latina en 2012, apoyado en el buen comportamiento de la actividad económica durante el primer trimestre del año. La economía de la región crecerá 3.7% este año y 3.8% en 2013.
“En los próximos dos años, la región continuará convergiendo suavemente hacia tasas de crecimiento más cercanas a su potencial, lo que implicará una bienvenida desaceleración de la actividad, que reducirá sensiblemente los riesgos de sobrecalentamiento que observamos a inicios de 2011”, afirmó.
La desaceleración será más suave en México, Colombia, Perú, Venezuela, Chile y Uruguay. En Brasil, la convergencia hacia el crecimiento potencial vendrá a través de una aceleración de la actividad económica, debido a la debilidad del ciclo observada en el segundo semestre del año pasado y que fue determinada por la mayor exposición del país al ciclo financiero global y también por las políticas restrictivas tomadas anteriormente.