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Por Luisa García Pelatti

El Gobierno de Puerto Rico ha encontrado en el premio Nobel de Economía (2001) Joseph E. Stiglitz un defensor de su causa ante el Congreso de Estados Unidos. El economista publica hoy un artículo en The Wall Street Journal titulado “What the United States Owes Puerto Rico” en el que apoya que se le permita a Puerto Rico hacer una reestructuración ordenada de su deuda, ya sea por medio del Capítulo 9 o con una ley de quiebra propia; y dice que si el Gobierno de Estados Unidos no está dispuesto a ofrecer asistencia debe permitir que lo haga el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Stiglitz, que firma la columna junto con Mark Medish, un funcionario del Departamento del Tesoro durante la administración de Bill Clinton, señala que las opciones para solucionar la crisis de deuda que sufre la Isla son limitadas, pero que es urgente que el Gobierno de Estados Unidos haga algo para evitar males sociales mayores. Se lo debe a Puerto Rico. “Estados Unidos deben asumir la responsabilidad de su pasado imperialista y su presente neocolonial. Washington le debe a los puertorriqueños un futuro basado en la legitimidad democrática y en una estrategia de desarrollo que sea viable financieramente y socialmente, una estrategia de desarrollo que vaya más allá de un conjunto de incentivos fiscales para las corporaciones estadounidenses”.

El artículo está cargado de referencias políticas: Desde 1898 Washington ha actuado como un propietario ausente; Washington trata a los puertorriqueños como ciudadanos de segunda clase, “la lista de los desaires es larga y deprimente”, asegura.

Si en el caso de Grecia se había acuñado el término de “Grexit” para hacer referencia a la posible salida del país heleno de  la moneda única, el euro. En el caso de la Isla, Stiglitz habla de “Prexit”, un cambio de estatus: la independencia o la estadidad.

Considera que se deben hacer tres cosas:

1. La Ley de Quiebra debe ser enmendada para permitir que Puerto Rico pueda llevar un proceso ordenado de  reestructuración de sus deudas. Si no, se le debe permitir al gobierno de la Isla desarrollar su propia ley de quiebra.

2. Si Estados Unidos no va a ofrecer un rescate entonces debe permitir que lo haga el FMI. “Actualmente Washington rechaza la participación del FMI, pero ¿por qué exactamente? Si el FMI es una buena medicina para Grecia, ¿por qué no lo es para Puerto Rico?’.

3. Estados Unidos debe asumir la responsabilidad de su pasado imperialista y su presente neocolonial.

Y concluye que “permitir que Puerto Rico caiga preso de las garras de los acreedores buitre es injusto e inaceptable”.