Por redacción de Sin Comillas
Sindicatos de trabajadores del sector privado repudiaron los propuestos cambios laborales y calificaron de hipócrita la actuación del gobernador Ricardo Rosselló por exigir mayores sacrificios a la familia trabajadora cuando en su administración imperan sueldos y contratos que laceran al pueblo.
El portavoz Argenis Carrillo declaró que la administración Rosselló intenta equiparar la legislación laboral puertorriqueña a la de la Florida, sin tomar en consideración las circunstancias históricas de esos logros de la clase trabajadora.
“El gobernador Rosselló es un hipócrita que un día dice que no va a afectar a los trabajadores y días después los apuñala una y otra vez por la espalda. Él sabe muy bien que subir de manera pírrica el salario mínimo no es ninguna ayuda a la generalidad de la clase trabajadora porque solo se impacta a un porcentaje bien bajo. Además, ese aumento se le hace sal y agua frente a los beneficios que le pretenden quitar”, sostuvo Carrillo, quien preside la Unión de Tronquistas.
El secretario tesorero de la Federación Central de Trabajadores (FCT), Juan Cortés Valle, expresó que es una inmoralidad quitarle más derechos a la familia trabajadora ante el desorbitante despilfarro de gastos públicos en contratos y sueldos que exhibe el gobierno.
“Cuando usted tiene a gente del gobierno cobrando cifras que alcanzan el medio millón de dólares, cuando tiene a una Natalie Jaresko cobrando casi tres cuartos de millón de dólares, usted no puede hablar de más estrangulamiento a la clase trabajadora. La crisis es solo para la familia trabajadora y los demás a vida de ricos de primer mundo. Basta ya, hasta aquí trazamos la raya”, denunció Cortés Valle.
Carrillo añadió que la intentona de derrotar la legislación protectora de los y las trabajadoras es insostenible e injusta cuando hay muchas compañías foráneas que expatrian miles de millones de dólares sin tributar en la isla.
“Promover nueva legislación laboral que ahogue más a la familia trabajadora es sinónimo de agravar más la economía porque en la medida que se le quitan beneficios a las y los trabajadores, se reduce su movilidad para gastos y consumo. Eso es un efecto dominó exponencial que impacta también a las finanzas del gobierno. Tal parece que al gobernador le gusta jugar a la ruleta rusa, solo aquí a quien apunta es al pueblo”, añadió el dirigente de los Tronquistas.
Mientras, Cortés Valle recalcó que “apretar más el cuello a las familias trabajadoras, es incentivar de forma activa e intencionalmente la ola migratoria que sufre nuestro pueblo, con las implicaciones que ello conlleva para la isla y muchas veces en las peores circunstancias cuando esas personas llegan a Estados Unidos”.
Los portavoces puntualizaron que es un acto de cobardía de este gobierno, reducir más el nivel de vida de las familias trabajadoras puertorriqueñas que viven en el día a día y tratan de sobrevivir a la peor emergencia que ha sufrido este pueblo en su historia contemporánea.
Carrillo y Cortés Valle mencionaron que la situación es aún más crítica para empleados no unionados del sector privado que tienen todavía menos garantías por estar desprovistos del apoyo de un sindicato.
La semana entrante los sindicatos del sector privado presentarán al país un plan de acción, de esta coalición y de otros sectores de la sociedad civil que se van a unir a los reclamos de todos los puertorriqueños.
La declaración fue suscrita por la Federación de Trabajadores de la Empresa Privada (afiliada a la CPT), la Federación de Trabajadores de Puerto Rico (Ftpr-AflCio), la Federación Central de Trabajadores (FCT), la Unión Independiente de Trabajadores de los Aeropuertos, la Unión de Periodistas, Artes Gráficas y Ramas Anexas (Upagra), la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Unión de Tronquistas.