Por redacción de Sin Comillas
“El toque de queda ha sido impuesto por decreto ejecutivo, lo que dista mucho de ser un ejercicio democrático o constitucional. Por tanto, el gobierno de Puerto Rico no puede seguir descansando en una medida que restringe derechos fundamentales para atender un asunto de salud pública. A más de dos meses del toque de queda, y sin que la rama legislativa haya actuado para validar este decreto, la medida no puede seguir extendiéndose indefinidamente. El toque de queda, su penalidad y la manera como se ha ejecutado en Puerto Rico, no es una estrategia de salubridad sino punitiva, que criminaliza a la población en general y vulnera las garantías democráticas del País”, comentó Mari Mari Narváez, directora ejecutiva de Kilómetro Cero.
La organización cívica entiende que, si las personas pueden circular para reactivar la economía, retomar sus asuntos laborales, sociales o asistir a iglesias, entre otras actividades, un toque de queda entonces es insostenible e injustificado. “¿Cuál sería el razonamiento? ¿De día, si es para activar la economía, el virus es menos malo pero, en la noche, es tan peligroso que hay que quedarse en la casa, so pena de ser arrestado? El decreto ejecutivo de toque de queda no parece buscar asegurar los cuidados recomendados de prevención de COVID-19 sino limitar nuestras libertades civiles indefinidamente”.
Desde la perspectiva de los derechos humanos y del derecho constitucional, las medidas de restricción en esta coyuntura sólo se justifican para lograr que la población mantenga distanciamiento físico, que es como se evita el contagio del COVID-19. “Entendemos que el toque de queda en Puerto Rico ha sido excesivo en todo momento porque restringe mucho más de lo estrictamente necesario”, señala la organización. Uno de los problemas del toque de queda es que, en la práctica, su penalidad es el arresto.
Kilómetro Cero explica que estar en contra del toque de queda no es estar en contra de la necesidad de distanciamiento físico o incluso cuarentena cuando es necesario. “Tampoco significa que queramos volver a la normalidad. Debemos ser capaces de imaginar otra forma en que nuestro país pueda realizar el distanciamiento físico que no sea la vía de la represión policiaca, el arresto y la cárcel. En otros países se utiliza la orientación a la ciudadanía y, en los casos de desobediencia, se imponen multas. Estas, sin embargo, tienen que ser razonables. La multa de $5,000 en Puerto Rico no lo es”.
Por otro lado, señalan que los toques de queda crean más condiciones para que se criminalice a grupos sociales muy vulnerables.
Kilómetro Cero reclama al Gobierno:
1. Eliminar el toque de queda y establecer guías inclusivas y específicas sobre cómo debemos circular e interactuar voluntariamente en las próximas semanas y en los distintos escenarios.
2. Crear campañas robustas, claras e inclusivas sobre la necesidad de optar por el distanciamiento físico en espacios públicos, el lavado de manos y uso de desinfectante, la importancia de utilizar mascarilla, sobre todo en lugares cerrados y evitar conglomeraciones.
3. Que se instruya a la Policía para que pueda asumir un rol comunitario, de orientación sobre la importancia del distanciamiento físico, repartición de desinfectantes y mascarillas del Estado, y respuesta rápida, profesional y efectiva a personas en situación de violencia.
4. Garantizar el derecho fundamental a la protesta, que en tiempos de crisis, pandemia, corrupción, precariedad y negligencia crasa del Estado es aún más importante para exigir acciones y cambios urgentes y pertinentes.
Km0 es una organización sin fines de lucro que aspira a que el Estado proteja la vida humana, las libertades y la dignidad en la búsqueda de la seguridad pública, para una sociedad más democrática y justa.