Por redacción de Sin Comillas

El secretario designado del Departamento de la, Rubén A. Ríos Pagán, denunció que Puerto Rico tiene un altísimo inventario de viviendas en toda la Isla y que el mayor número recae en aquellas cuyo valor está por encima de los $250,000. El año pasado fue el peor en la venta de viviendas en las últimas décadas, cuando se logró vender 2,327 unidades. 

Sus expresiones se produjeron durante una vista pública de la Comisión de Vivienda y Comunidades Sostenibles, que preside el senador Jorge L. Suárez Cáceres, en la que se consideró su designación como Secretario de la Vivienda, y en la que respondió a varios planteamientos del presidente del Senado, Eduardo Bhatia.

El Senador le indicó que le preocupa mucho el inventario de vivienda que hay, “que es un inventario de vivienda de casas de $250,000 adelante. Me parece que los incentivos de viviendas que se dieron para esas propiedades. Yo creo que alguien se le fue la mano en algún momento o la política pública de vivienda, un poco se le voló la cabeza a alguien. Acabamos en una expansión económica en los ‘90, del ‘90 al 2000, y nos creímos el cuento de que esas mansiones iban a ser así por toda la vida y de momento, muchos proyectos que comenzaron en esa época han saturado el mercado y nos desenfocamos.  Acabamos no construyendo vivienda que el pueblo necesitaba de acuerdo al ingreso. A mí lo más que me hiere no es pensar que Puerto Rico hoy está más pobre, sino pensar que cuando Puerto Rico tuvo abundancia no supo cómo manejarla para qué no llegáramos a lo que estamos hoy”, dijo Bhatia.

Mientras tanto, Ríos Pagán reveló que hay, por otra parte, una demanda gigante en el mercado de vivienda de dos habitaciones y de una habitación, que realmente en los últimos años no hemos dirigido las prioridades de los desarrolladores a satisfacer estas necesidades. “Desde que se aumentó el tope de las casas de interés social, aproximadamente $110 mil, dependiendo de la región, pues las casas han seguido aumentando su valor, pero no ha ido a la par con los aumentos de los ingresos de la familia puertorriqueña. Hay un abismo entre lo que la gente puede pagar y lo que hay disponible. Por eso es que tenemos que reenfocarnos y dirigir nuestros esfuerzos, pero tenemos que incentivar el desarrollo de vivienda de interés social a unos precios más accesible”.

Además, reveló que ahora mismo se acabaron los fondos del programa que había para ayuda de vivienda, “pero lamentablemente había personas adquiriendo propiedades de hasta $600,000, que ese bono le aplicaba. No había un control. Cuando realmente había personas necesitadas que necesitaban este dinero, pues ese fondo se acabó”.