Por redacción de Sin Comillas
Durante los últimos dos años, coincidiendo con el inicio de la pandemia, se han integrado a la fuerza laboral personas que estaban realizando oficios domésticos y retirados, según un análisis realizado por Juan Castañer, de Estudios Técnicos, Inc.
Los datos muestran que se ha producido un aumento en el empleo al mismo tiempo que disminuye el número de personas que están fuera del grupo trabajador. Este grupo estaba formado en abril por 1.5 millones de personas que realizan oficios domésticos (476,000), están en la escuela (262,000), son incapacitados (203,000), retirados (406,000), están enfermos (59,000), se consideran muy viejos o muy jóvenes para trabajar (74,000) o simplemente no desean trabajar (11,000).
La tasa de participación laboral aumentó de 42.4% en abril del año pasado a 44.1% este año. Antes de la pandemia, en febrero de 2020, estaba en 39.8%.
Castañer encontró que se están incorporando a la fuerza laboral principalmente personas que hasta ahora estaban realizando oficios domésticos o labores de cuido en el hogar (principalmente mujeres) y retirados. Estas personas “contribuyeron a minimizar la escasez de trabajadores, a tiempo completo o parcial, en la economía”, explica.
Por grupo de edad, han regresado a la fuerza laboral, principalmente, personas de entre 25 y 54 años y mayores de 65 años. La tasa de participación laboral para el grupo de edad entre 25 y 54 años aumentó de 70.2% en marzo del año pasado a 72.5%, este año. Mientras, para los mayores de 65 años la participación laboral a subido de 5.9% a 6.7%.
“Hay otros factores que pueden explicar esa merma en el grupo fuerza del grupo trabajador. Por ejemplo, ante el fin de los fondos de apoyo al desempleo relacionados con la pandemia, los trabajadores se han visto obligados a regresar para recuperar ingresos. Otro factor que puede contribuir a entender la dinámica del mercado laboral es la necesidad de rendir planillas para poder beneficiarse de programas federales como el ‘Earned Income Tax Credit’ y el ‘Child Tax Credit”, apunta Castañer.
Aunque la reducción de 78,000 en la población civil no institucional que estaban fuera del grupo trabajador sin duda fue importante en el aumento en el empleo, Castañer considera que no se debe descartar el efecto de la emigración. “Esta nota es un primer esfuerzo para tratar de entender mejor la dinámica del mercado laboral. Habrá que ampliar la investigación al respecto cuando se cuente con la información detallada”, añade.