
Opinión
Por Alberto L. Martín Rivera*
¿Qué es la estabilidad financiera? ¿Por qué es tan importante?
Se ha dicho que es la ausencia de crisis. Se considera que un sistema financiero es estable si logra una utilización eficaz de sus recursos económicos en sus procesos financieros y económicos. La gestión de colocación en ahorro e inversión, préstamo y endeudamiento y una sana fijación del precio de los activos debe redundar en la acumulación de beneficios económicos y crecimiento de la producción. Sus riesgos financieros deben ser ejecutados con análisis previo de las vulnerabilidades y riesgos que enfrenta el sistema financiero para seguir operando ante situaciones de impactos internos o externos. El fin es disminuir la probabilidad de una crisis, así como su intensidad.
La estabilidad financiera tiene que apoyarse en un marco estandarizado, riguroso, regulado y supervisado, en este caso por nuestra agencia reguladora Corporación Pública para la Supervisión y Seguro de Cooperativas (COSSEC). Aprovechamos para felicitar a la presidente ejecutiva Maribel Jiménez, por sus visitas oficiales a las cooperativas de la Isla.
La estabilidad financiera debe ir más allá de una mera sostenibilidad, cuando puede proporcionar servicios financieros valiosos para el público, realizado bajo un entorno de confianza y contribuyendo al crecimiento económico. Además, contribuye a que los servicios financieros lleguen hasta la población desatendida, permitiendo que más personas tengan oportunidades de diversificar su ahorro o recibir crédito de manera segura. Por eso es indispensable contar con un marco institucional sólido, regulado, junto a una supervisión financiera que se dirija a salvaguardar la integridad del sistema cooperativo protegiendo los intereses del socio/cliente.
Una de las características fundamental de las cooperativas de ahorro y crédito (CAC) es su orientación de negocio, pues mientras las instituciones financieras privadas centran su objetivo en la maximización de beneficios para obtener la mayor rentabilidad posible de capital, las CAC tienen como finalidad cubrir las necesidades financieras de sus socios/clientes. Esto no significa que las CAC renuncian a la medición de su rentabilidad. Al contrario, el objetivo de las CAC es asegurar su viabilidad y sostenibilidad mediante la utilización eficiente de sus recursos, logrando una estabilidad financiera a largo plazo, no como un fin sino como una “continuidad de negocio” al brindar los servicios a sus socios/clientes.
Reconocemos que el aumento de los activos de las CAC al cierre de 2024 fue de 2.63%, con 91 cooperativas. Ese resultado demuestra el progreso financiero. Ahora bien, un crecimiento de activos que no esté acompañado con el crecimiento de su índice de estabilidad financiera (IEF) puede ser indicio de tener columnas que requieran atención.
El objetivo predominante de toda empresa, incluyendo a las CAC, para sostener su continuidad debe estar fundamentada en los pilares que se afectan entre sí, como es la liquidez, rentabilidad, la calidad de sus financiamientos y solvencia. Esto nos fija la vista en la estructura de capital de una CAC.
En 2024, el índice de rentabilidad sobre sus activos (ROA – Return On Asset) fue de 1.46% más bajo que el 2.18% del año previo. Aunque es un nivel menor, en cierta medida, el cambio ha sido favorable ya que las incidencias a la baja responden, posiblemente, al aumento en las provisiones, como aumento a las reservas para posibles pérdidas bajo el nuevo método de CECL, pues la han absorbido cómodamente.
Ahora, el cambio constante en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal ha provocado un aumento significativo en el coste financiero sobre los depósitos ajenos negociado a mediano y largo plazo al principio del año anterior.
Hay dos puntos que considero sumamente importante que afectan su índice del ROA. Uno es la baja en el margen interés neto sobre los activos de las CAC, que no van a la par con el crecimiento de los costes financieros a activos totales. Uno tiene un crecimiento aproximado del 0.19pps y el otro de 0.29pps respectivamente.
Mientras, hay ofertas de intereses atractivas en los certificados de depósitos en forma constante, vemos por otro lado ofertas en los financiamientos con intereses bajos que marcan una diferencia. Es decir, no se iguala el aumento de uno con el otro es desproporcional y esto afecta la posición del ROA.
Otro aspecto en la reducción del ROA es el aumento en la razón de sus gastos de 69.8% a un salto de 81.9% a 2024, luego de haber logrado una reducción al cierre de 2023. Debe haber, que no lo observo en mis análisis, un esfuerzo real en la gestión del gasto, esto es reducirlos y controlarlos. Ejemplos de gastos están: reparación y mantenimiento, promociones, gastos de representación, gastos de junta de directores, gastos de servicios profesionales, gastos de materiales y efectos de oficina y cargos bancarios. El momento actual lo amerita.
El efecto de esta baja en el ROA imposibilita el aumento de las reservas adecuadamente. Recordemos que si a esto le añadimos los dividendos altos de las nuevas formas de financiamiento (acciones preferenciales) el aumento en las reservas será mucho más lento. Por lo que es de suma importancia la utilización de este fondo equiparándolo con el interés colocado.
Aclaramos que el aumento del capital real está en las otras reservas en un 30% considerando los fondos atípicos. Estos fondos atípicos nos han ayudado para alcanzar un índice de capital de 8.37%, superando las métricas inclusive de NCUA.
No pretendo extrapolar un objetivo de maximización del beneficio similar a la industria financiera privada, lo que enfatizo es la necesidad de recurrir a análisis que relacionen la eficiencia económica con la actividad de intermediación lo suficiente para que logremos alimentar las reservas aceleradamente hasta alcanzar una meta de sostenibilidad.
El índice de solvencia al cierre de 2024 fue de 3.29%, considerando nuestra base en el capital indivisible sobre los activos totales (CIAT), esto sin considerar las otras reservas comprometidas en diversos propósitos específicos. He mencionado que este índice del CIAT debe alcanzar como mínimo el 4% para demostrar una estabilidad financiera sólida y sostenible. Esta reserva tuvo un aumento leve de 1.36%.
Otro de su indicador importante que he utilizado para medir el nivel de estabilidad financiera es su índice de emproblemados. Este índice de emproblemados tiene una relación inversa en sus ingresos y su liquidez causado por el retraso del pago de los créditos otorgados. Mientras una cooperativa tenga un bajo índice en los emproblemados mostrará, obviamente, un mayor compromiso de sus socios/clientes en el cumplimiento de sus obligaciones.
En 2024 fue de 2.51% frente a 2.18% de 2023. Hay varias razones para este aumento. La primera es el fin de las ayudas federales y estatales que ayudaron a reducir las deudas. Sin embargo, una vez agotado este fondo el consumidor ha vuelto a incurrir en nuevas deudas y con tasas mucho más altas. Además, falta educación financiera en los consumidores. Desconoce las condiciones crediticias antes de entrar en un contrato de financiamiento, el que sea.
Por último, en la liquidez se ha logrado un crecimiento en su sanidad financiera (liquidez), con la captación de fondos ajenos a su colocación, esto es, una relación de préstamos a depósitos (Loan to deposit ratio) de un 85.3% a 2023 con un salto de 88.6% al cierre de 2024, tomando en consideración un índice ideal no más del 90% para no comprometer su liquidez. Sobre pasar este límite nos impulsará en forma desenfrenada en una nueva forma de endeudamiento como fueron las acciones preferidas, obligaciones de capital, en fin. No agotemos las fuentes de endeudamiento. Cuidado.
El aumento en la cartera de depósitos ajenos fue de 2.53%, siendo las cuentas de certificado de ahorro con un impacto de 21.9%. Sus cuentas de ahorros disminuyeron en un 2.76%. Es decir, hay una emigración hacia fondos caros por su alto rendimiento, reduciendo los costes financieros más baratos.
Nuestro índice de estabilidad financiera (IEF) hemos dicho que considera los pilares de mayor atención, como la liquidez, solvencia, préstamos emproblemados y la rentabilidad, colocando al grupo COSSEC (me refiero a las CAC) con un índice numérico de 1.8993 para una calificación de 0.70. Aceptable. Al cierre de 2023 presentó una posición numérica de 1.7393 para una calificación de 0.75; Aceptable (luego de haber ajustado por la carta informativa emitida 2024-06 A por COSSEC; corregimos nuestro informe). La baja responde al aumento en la morosidad, baja en el índice ROA y el índice en solvencia ya señalado.
Las CAC siempre han tenido un gran reto, ser al mismo tiempo económicamente sostenibles y brindar servicios que alcancen a toda nuestra comunidad, lo que implica un riesgo mayor. Las cooperativas son una fuente importante en nuestro desarrollo económico al brindar los servicios sin discriminación a nuestra comunidad, por lo que nos obliga a fijarnos en la salud financiera de nuestro índice de estabilidad financiera.
Para los últimos cinco años las CAC han logrado 1,155,843 socios que representa un aumento del 7.41%. Ahora, una vez alcanzado este crecimiento lo importantes es lograr una gestión operativa para una alta vinculación del socio a los productos de la cooperativa.
- El autor es un empleado retirado de la banca comercial, con una experiencia de 40 años de servicio.