Por redacción de Sin Comillas
La cancelación de 11 viajes de las líneas de cruceros Royal Caribbean, Royal Caribbean, Celebrity Cruises y Azamara Cruises se traducirá en la pérdida de $12 millones, estima Daphne Barbeito, propietaria de la empresa Cruceros To Go.
El lunes, el Departamento de Salud, de forma inesperada, anunció que exigirá una prueba negativa de COVID-19 realizada 48 horas antes a los pasajeros de cruceros que atraquen en los puertos de la Isla.
“En estas 11 visitas se estiman pérdidas de $5.5 millones en gastos del pasajero. A esto tenemos que añadir las pérdidas por servicios prestados, tours organizados a los visitantes, venta de combustible marítimo donde se estima una pérdida de otros $4.4 millones, en total esta decisión debe provocar pérdidas que rondará en los $12 millones. Por 20 meses, las líneas de cruceros han trabajado con todos los gobiernos para establecer los acuerdos. Lamentablemente el de Puerto Rico vuelve a incumplir y de forma abrupta, dejando fuera de las conversaciones a los distintos sectores que se verán directamente afectados. Estos cambios, logísticamente hablando son imposibles de lograr en un término de menos de 48 horas”, expresó Barbeito.
“La propagación del virus está ocurriendo en eventos multitudinarios, en la falta de controles en los pasajeros que llegan vía aérea y no con la llegada de los cruceros, esto es un asunto local. Todos los reportes de contagios en los cruceros están por debajo del 1%, esos pasajeros se aíslan y no pueden desembarcar. No existe otro destino, producto o servicio ahora mismo con el nivel de transparencia sobre el COVID como lo es la industria de cruceros. El gobierno ha castigado a miles de trabajadores puertorriqueños, que volverán a ser cesanteados, por la percepción pública, la presión mediática, la falta de información y la toma de decisiones adversas sin contar con el componente turístico”, añadió Barbeito.