Por redacción de Sin Comillas
Puerto Rico debe tomar medidas urgentes para aumentar su competitividad para aprovechar la política de Estados Unidos de “reshoring” y “nearshoring” en el que traslada operaciones comerciales y manufactureras de bienes y servicios críticos desde China al propio territorio estadounidense o a países cercanos, advierte la firma Estudios Técnicos, Inc. en el informe “Impacto del “Nearshoring” en Puerto Rico”.
“Cuando se anunció el programa de ‘reshoring’ en Puerto Rico la reacción fue muy positiva en gran medida porque en comparación con los estados, Puerto Rico tiene ventajas competitivas que pudiera hacerlo un lugar muy atractivo para las empresas que regresen sus procesos de manufactura a Estados Unidos”, señala el informe.
“Con el ‘nearshoring’ o ‘friendshoring’ el panorama cambió pues ahora Puerto Rico tendrá la competencia de jurisdicciones en que los costos de producción son menores a los nuestros y en algunos casos, una base industrial y la infraestructura comparables a las nuestras. Esto nos debe obligar a tomar medidas para enfrentar unos retos importantes en cuanto a nuestra competitividad en comparación con los países mencionados. Es evidente que Puerto Rico no se está preparando adecuadamente para el ‘reshoring’ y mucho menos para lo que implica el ‘nearshoring”,añade.
Según ETI Trends, una de las publicaciones de la firma de consultoría, a partir de la epidemia del COVID, el conflicto entre China y Estados Unidos y la invasión de Ucrania por Rusia, la economía global ha sufrido importantes transformaciones y responde más a consideraciones geopolíticas que antes. El conflicto geopolítico entre Estados Unidos y China ha dado lugar a una guerra comercial.
La política de cero COVID-19 de China, ha contribuido adicionalmente al proceso o mecanismo que se ha denominado “reshoring” y al cual se le agregó “Nearshoring” y, más recientemente el concepto de “friendshoring”, concepto que introdujo la Secretaría del Tesoro, Janet Yellen, en un discurso reciente ante el Atlantic Council. Estos son vistos como una respuesta estratégica a los problemas en las cadenas de suministro y concretamente con la dependencia en China para bienes y servicios considerados críticos para Estados Unidos.
¿Qué impacto está teniendo este proceso en nuestra región?
Los países con mayor potencialidad son México, Colombia, Costa Rica, Guatemala y El Salvador. Los sectores o industrias que están siendo más beneficiados son los de transportación, farmacéuticas, computadoras, equipo científico y profesional. Tres factores explican esto: proximidad geográfica a Estados Unidos, costos laborales más bajos, y costos de transportación marítima menores, comparado con la transportación desde China a Estados Unidos.
En el caso de México, su mercado más importante y, como socio del acuerdo comercial tripartita USMCA (US-Mexico-Canada Free Trade Agreement), es los Estados Unidos. Según datos recientes, en lo que transcurrió a septiembre del 2022, las exportaciones de los 10 estados mexicanos con mayor cantidad de exportaciones a Estados Unidos crecieron a una tasa anual promedio de 20.6%. La mayoría son estados fronterizos con Estados Unidos. El primer lugar lo ocupó el estado de Chihuahua.
El “nearshoring” ha adquirido una importancia vital para América Latina y el Caribe. Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (2022), podría traer consigo unos $78,000 millones adicionales a sus exportaciones en los próximos años, tanto de bienes ($64.1 mil millones) como de servicios ($14,000 millones), en particular para México, Colombia, Brasil, Argentina, y la República Dominicana. Varios de los países son parte de acuerdos de libre comercio con Estados Unidos (USMCA y CAFTA-DR), lo que le añade una ventaja, y varios de ellos en el Caribe (Costa Rica, Jamaica, República Dominicana).
“Los cambios en el entorno global no se limitan a este aspecto (“reshoring”’ y “nearshoring””). Dos ejemplos que reflejan lo dicho: para el 2027 Apple habrá movido buena parte de su producción en China a la India y, más cerca de nosotros, Costa Rica se ha convertido en un productor y exportador de “chips” y equipos médicos, algo totalmente inesperado hace pocos años. Como hemos indicado muchas veces, Puerto Rico tiene que insertarse en la economía global y tiene que tener los mecanismos para que nuestras empresas la entiendan, y los riesgos que conlleva ese entorno cambiante y volátil”, concluye el informe.