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Por Redacción de Sin Comillas
El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2024, publicado por Transparencia Internacional, revela la presencia de niveles graves de corrupción en todo el mundo, donde más de dos tercios de los países obtuvieron una puntuación inferior a 50 sobre 100. El promedio global en el índice se mantiene sin variaciones en 43 puntos.
El IPC clasifica 180 países y territorios según las percepciones sobre el nivel de corrupción en el sector público, en una escala de cero a 100, en la cual cero equivale a mucha corrupción y 100, a muy baja corrupción.
Por séptimo año consecutivo, Dinamarca obtuvo la puntuación más elevada en el índice (90) seguido de Finlandia (88) y Singapur (84).
Los países con las puntuaciones más bajas atraviesan, en su mayoría, situaciones de fragilidad y conflicto, como Sudán del Sur (8), Somalia (9), Venezuela (10), Siria (12), Libia (13), Eritrea (13), Yemen (13) y Guinea Ecuatorial (13).
En los últimos cinco años, siete países han mejorado significativamente su puntuación en el índice: Costa de Marfil (45), República Dominicana (36), Kosovo (44), Kuwait (46), Maldivas (38), Moldavia (43) y Zambia (39).
Por el contrario, en el mismo periodo, 13 países han registrado un descenso importante en su puntuación: Austria (67), Bielorrusia (33), Bélgica (69), El Salvador (30), Francia (67), Kirguistán (25), Líbano (22), Myanmar (16), Nicaragua (14), Rusia (22), Sri Lanka (32), Reino Unido (71) y Venezuela (10).
En América Latina, los países que ocupan los primeros puestos en el IPC son Uruguay (76), Canadá (75) y Barbados (68). Haití (16), Nicaragua (14) y Venezuela (10) tienen las puntuaciones más bajas.
En un contexto de fenómenos climáticos extremos, calentamiento global sin precedentes, erosión de la democracia y un declive en el liderazgo mundial en materia climática, la corrupción entorpece aún más esta lucha, y la comunidad internacional debe ocuparse de la relación que existe entre la corrupción y la crisis climática.
Según el informe, los resultados ponen de manifiesto la necesidad de aplicar medidas urgentes contra la corrupción y advierte de un obstáculo global crítico que detiene la puesta en marcha de acciones climáticas efectivas.