Por Luisa García Pelatti
La tasa de ahorro de las familias puertorriqueñas ha caído en picado en los últimos tres años y en el año fiscal 2023 se precipitaba hasta -12.6%, según los datos revisados del Apéndice Estadístico del Informe Económico al Gobernador. Una tasa de ahorro negativa significa que las familias consumen por encima de sus ingresos.
La tasa de ahorro cayó en negativo porque el consumo aumentó a un ritmo mayor que el ingreso. En el año fiscal 2023, el ingreso personal disponible de las familias creció 1.4%, tras un descenso de 1.2% el año previo y fuertes subidas en los años fiscales 2020 y 2021.
Mientras, los gastos de consumo personal aumentaron 3.2%, tras una subida de 6.6% el año anterior. El consumo se disparó en el año fiscal 2021, con un alza de 22.2%, un rebote tras al desplome del consumo (-5.0%) en el 2020 como resultado de las restricciones del COVID-19.
La tasa de ahorro lleva tres años en terreno negativo, tras situarse en 8.7% en el año fiscal 2020, la cifra más alta en la serie histórica. Esta tasa positiva se explica por los estímulos económicos recibidos a raíz de la pandemia del COVID. Además, en ese periodo se redujeron drásticamente los gastos consumo por la falta de movilidad.
Antes de la pandemia, en el año fiscal 2019, el nivel de ahorro había caído a -5.6%, el nivel más bajo desde 1988. La tasa de ahorro ha sido negativa durante seis de los últimos 10 años.
El comportamiento de la tasa de ahorro en Puerto Rico es diferente del que se observa en otros países, donde la tasa de ahorro está directamente relacionada con el crecimiento económico. Aquí, el ahorro personal tiene un comportamiento anti-cíclico. Un aumento en el crecimiento económico provoca un aumento en los ingresos, pero el consumo crece a un ritmo aún mayor, lo que ha mantenido la tasa de ahorro en negativo la mayor parte de los años.