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Por redacción de Sin Comillas

Durante el primer trimestre del año se gastaron $210,000 en los esfuerzos de cabildeo a favor o en contra de que el Congreso le permita al Gobierno de Puerto Rico utilizar el Capítulo 9 de la Ley de Quiebras para reestructurar la deuda de las corporaciones públicas. Esa cantidad se duplicó en el segundo trimestre, cuando los gastos ascendieron a cerca de $490,000, según publica The Bond Buyer usando información de opensecrets.com.

En total, en los primeros seis meses del año se gastaron $700,000. Los que están a favor de que Puerto Rico pueda  utilizar el Capítulo 9 habrían gastado $580,000, mientras que los que se oponen desembolsaron alrededor de $120,000.

Entre los que abogan por el Capítulo 9 está Empresas Fonalledas, que habría pagado $240,000 durante el segundo trimestre a la firma de abogados Akin, Gump. Empresas Fonalledas también habría pagado $80,000 a José Fuentes, un cabildero que trabaja por su cuenta.

El otro defensor del Capítulo 9 es el Gobierno de Puerto Rico, que ha contratado a Podesta Group y pagó $300,000 en los primeros seis meses del año. También ha contratado por $405,000 a Roth Group, Prime Policy Group y Smith, Dawson & Andrews por interceder en este tema y otros asuntos. The Puerto Rico Statehood Council ha gastado $40,000 en la contratación de Navigators Global.

En contra del Capítulo 9 se han mostrado varios fondos mutuos, fondos de cobertura y otras firmas de inversión. BlueMountain gastó 60,000 (Gibson, Dunn y Crutcher) y Massachusetts Mutual Financial Group gastó $690,000.

Otros grupos que se oponen al Capítulo 9 para Puerto Rico son:The Council for Citizens Against Government Waste; The National Taxpayers Union y The Center for Individual Freedom y 60 Plus. The Center for Individual Freedom, que gastó $12,000 en el segundo trimestre, considera que permitir que Puerto Rico utilice el Capítulo 9  sería como legalizar un rescate por parte de los contribuyentes de estados Unidos.

The Bond Buyer encuentra lazos entre algunos congresistas republicanos y las contribuciones de las firmas de cabilderos.