Por Redacción de Sin Comillas
El acceso a viviendas con precios asequibles se ha deteriorado. El Índice de Vivienda Asequible, que elabora la firma Estudios Técnicos, Inc., se redujo de 70% en el primer trimestre del 2023 a 54% en el primer trimestre de este año, lo que indica que una persona que quiera comprar una vivienda sólo tendría el 54% del ingreso requerido para cualificar para un préstamo hipotecario.
El Índice mide si una familia típica, que contribuye con un 20% de pronto pago para la compra de una vivienda, cualifica o no, según la mediana de ingreso, para un préstamo hipotecario.
Un valor igual a 100% significa que la familia tiene los ingresos necesarios para cualificar para un préstamo hipotecario basado en el precio promedio prevaleciente en el mercado. Un valor mayor supone que tiene ingresos más que suficientes para cualificar para un préstamo hipotecario, mientras que valores inferiores reflejan lo contrario.
Leslie Adames, director de Análisis y Política Económica de Estudios Técnicos, Inc., atribuye este deterioro en la asequibilidad de vivienda al aumento en el precio de las viviendas y a los altos intereses hipotecarios.
El precio promedio de las viviendas vendidas continúa ejerciendo presión en el nivel de asequibilidad, explica el economista. El precio promedio de la vivienda subió 25%, de $179,649 en el primer trimestre del 2023 a $224,484 en el primer trimestre del 2024, según datos de la Oficina de la Comisionada de Instituciones Financieras (OCIF).
“Hubo incrementos notables en los precios en ambos segmentos del mercado (nuevos y usados). Por ejemplo, en el segmento de viviendas nuevas el precio aumentó en un 36% anual de $262,301 en el primer trimestre del 2023 a $357,492 en el primer trimestre del 2024, mientras que en el segmento de viviendas usadas incrementó un 24% de $173,114 a $214,304, respectivamente”, apunta Adames.
En la medida en que continúe la insuficiencia de vivienda persistirá la presión en los precios, limitando las oportunidades de que ciertos segmentos de la población puedan adquirir viviendas”, Leslie Adames, director de Análisis y Política Económica de Estudios Técnicos, Inc.
El encarecimiento en el precio de las viviendas y el aumento en la tasa de interés hipotecaria fija a 30 años ha contribuido a una reducción notable en la venta de unidades de 3,326 en el primer trimestre del 2021 a 2,469 en el segundo trimestre de las 2023 y 2,255 unidades en el primer trimestre del 2024.
“Esta situación es preocupante”, indicó Adames. “Lo complicado es que en la medida en que continúe la insuficiencia de vivienda en el mercado relativo a la demanda, persistirá la presión en los precios, limitando las oportunidades de que ciertos segmentos de la población puedan adquirir viviendas”.
Adames indicó que, aunque el mercado espera que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés en, al menos, 25 puntos base en septiembre, no necesariamente implicará una reducción en la tasa de interés hipotecaria. “Si bien los cambios en la política monetaria pueden incidir en las tasas a largo plazo, incluyendo la hipotecaria, hay otros factores que posiblemente impidan que la tasa hipotecaria se normalice a los niveles prepandemia (4.00% en promedio)”.
“La situación fiscal del gobierno federal, las recientes emisiones de bonos del tesoro Federal, la reducción gradual del balance de la Reserva Federal, y la reducción en los niveles de ahorro de los ‘baby boomers’ podrían mantener las tasas de interés de largo plazo elevadas con una posible normalización a niveles precrisis financiera en el 2007-2008. En el caso de la tasa de interés hipotecaria fija a 30 años esto implicaría tasas superiores al 5.0%, lo que no es nada alentador”, explicó Adames.