Por Redacción de Sin Comillas
El arquitecto japonés Riken Yamamoto (Peiping, China, 1945) ha recibido este año el premio Pritzker por una obra que “cuestiona la disciplina de la arquitectura a fin de que calibre cada respuesta arquitectónica individual y, sobre todo, recordarnos que en arquitectura, al igual que en democracia, los espacios deben ser creados por decisión de la gente”.
Nacido en Pekín, poco después de finalizar la Segunda Guerra Mundial se trasladó con su familia a Yokohama, ciudad donde aún sigue residiendo y trabajando.
De pequeño vivía en la parte de atrás de la farmacia que tenía su madre, siguiendo el tradicional modelo de la machiya japonesa. Esa mezcla de lo público y lo privado es lo que Yamamoto ha utilizado en su arquitectura.
En 1973, a los 28 años, estableció su estudio Riken Yamamoto & Field Shop, tras estudiar ingeniería en la Universidad de Nihon y arquitectura en la Universidad de Tokio.
Parte clave de su formación fueron los viajes realizados por varios continentes junto a su mentor, el arquitecto Hiroshi Hara, que le permitieron comprender cómo esa idea del umbral entre espacios privados y públicos es común a todas las culturas del mundo. Su propia vivienda, GAZEBO (1976), es un ejemplo de ello, ya que permite la interacción con sus vecinos mediante terrazas y cubiertas.
La Casa Mihira en Yokahama, construida en 1976, fue su primera obra. Entre sus proyectos más relevantes están el edificio de viviendas Hotakubo (Kumamoto, 1991), la Escuela Secundaria Iwadeyama (Ōsaki, 1996), la Universidad de la Prefectura de Saitama (1999), la sede de Future University (Hakodate, 2000), el bloque residencial Shinonome Canal Court CODAN (Tokio, 2003), Casa Ecoms (Tosu, 2004), la torre de usos mixtos Jian Wai SOHO (Pekín, 2004), la Biblioteca de Tianjin (2012), THE CIRCLE (Zúrich, 2020) y la Universidad Nagoya Zokei (Nagoya, 2022).