Por redacción de Sin Comillas
Un jurado compuesto por profesionales de talla internacional seleccionó a los ganadores de los prestigiosos Premios de Honor 2020, competencia que lleva a cabo anualmente el capítulo de Puerto Rico del Instituto Americano de Arquitectos (AIAPR).
El Premio de Honor por la Excelencia en la Arquitectura en la categoría de Obra Construida se otorgó al proyecto “Casa Flores”, ubicado en Naguabo y realizado por la firma Fuster Arquitectos. Según el Jurado, “entender las características del lugar y los sistemas pasivos tradicionales como herramientas estratégicas capaces de definir la expresión arquitectónica del edificio y generar condiciones de confort, topografía, vistas, asoleo, ventilación, factor de forma, materialidad y protección al viento son los parámetros que definen la forma, consiguiendo una interesante relación con el entorno. El resultado es una exitosa reinterpretación y actualización de las arquitecturas vernáculas típicas de los países cálidos”.
Un segundo Premio de Honor por la Excelencia en la Arquitectura en la categoría de Obra Construida fue adjudicado a la Restauración de la Iglesia San José, en el Viejo San Juan, realizado por la firma Jorge Rigau Arquitectos PSC. Según el Laudo, dicho proyecto “constituye un extenso, profundo, intenso, respetuoso e imaginativo ejercicio de recuperación histórica de uno de los edificios más representativos de Puerto Rico. Esta investigación se hace extensiva a la integración de nuevos sistemas constructivos utilizando herramientas y materiales contemporáneos para garantizar la perdurabilidad de la obra. El resultado es una elegante mezcla entre respeto e interacción que debe servir de ejemplo para el desarrollo de proyectos similares en contextos vecinos”.
En la misma categoría de Obra Construida, el jurado otorgó una Mención de Honor al proyecto “Metal Modular: Auction Pavillion”, ubicado en Caguas y realizado por la firma Miguel del Río Arquitectos. Según el Laudo, el jurado valoró el ejercicio de contención económica y la creación de un lenguaje simple, pero efectivo, a partir de materiales estandarizados e industrializados. “La belleza del edificio reside en la pura aplicación del sentido común, ligado a una actitud estratégica positiva, que consigue una arquitectura de alta expresividad, pero perfectamente controlada”.
En la categoría de Proyectos Teóricos y de Investigación el Jurado otorgó una Mención de Honor al proyecto “Buscapié” de la Arq. Astrid Díaz y publicado en el periódico El Nuevo Día, por su “sostenida labor en la diseminación de la arquitectura, enfocando la disciplina desde el punto de vista de lo cotidiano y necesario, con un lenguaje claro y accesible para llegar a toda la población, es el resultado de su persistente labor para tender puentes entre la profesión y la sociedad, de forma que se entienda la Arquitectura como una herramienta cercana capaz de resolver todo tipo de cuestiones sin importar tipología, escala o clase social”.
Mientras, que el People’s Choice Award, seleccionado por votos directamente del público, recayó en “Villa Pabellón”, del Arq. JR Coleman-Davis Pagán.